DEPARTAMENTO DE MALVINAS, ANTARTIDA E ISLAS DEL ATLANTICO
SUR
Presentación:
María
Elena Baquedano
Documentos:
María
Elena Baquedano (Malvinas), Carlos Biangardi Delgado (Antártida)
Cronología:
María
Cristina Lavalle, Thelma Bogue y Raúl Andrés
Presentacion
Las
Islas Malvinas: La Situación a 1996 y el futuro.
Un nuevo
año transcurre en la continuidad de este Anuario, y con el, la entrega que los
integrantes de este Departamento hacen al mismo para la causa que tan antigua,
tan noble, tan triste y tan profunda es para todos los argentinos, como es la
causa de las Islas Malvinas.
La
estructura del trabajo, similar a las anteriores publicaciones de este Anuario,
nos permite enfocar el tema desde el aspecto multilateral (ONU-OEA),
negociación bilateral, actos unilaterales, y con gran satisfacción, el
documento elaborado a raíz de la reunión de los miembros del MERCOSUR, en
Potrero de los Funes, sin dejar de resaltar la cronología periodística de todos
los sucesos que directa o indirectamente se relacionan con la problemática de
las Islas Malvinas.
Ambito
Multilateral
En este
ámbito debemos hacer un comentario a la discusión previa que se sucedió a
la Resolución que por consenso aprobó el Comité de Descolonización, en el
marco de la Asamblea General de Naciones Unidas, con fecha 22 de julio de
1996.
En dicho
Comité se hallaban presentes, el Sr. Goss y el Sr. Stevens, miembros del
Consejo Legislativo de las Islas Falkland; el Sr. Vernet, tataranieto del
primer gobernador argentino de las Islas Malvinas y ciudadano argentino; el Sr.
Ancell, representante de la provincia de Santa Cruz (Argentina), ante el
Congreso Nacional de la Argentina y descendiente de malvinenses; el Sr. Betts,
el Sr. Somavia -de Chile-, Di Tella -Argentina-, el Sr. Valle -Brasil-, el Sr.
Rodriguez Parrilla -Cuba-, el Sr. Rojas -Venezuela-, el Sr. Farhadi
-Afganistán-, la Sra. Khan-Cumini -Trinidad y Tobago- y el Sr. During -Sierra
Leona-.
El
Consejero Goss defiende la trayectoria de una población que habita en las Islas
desde hace 163 años, por lo tanto sostiene que el Comité debería apoyar el
derecho a la libre determinación de los isleños. Reconoce el espíritu de
colaboración de la Argentina en relación con el control y la conservación de
las poblaciones de peces que «comparte» (el entrecomillado me pertenece) con
las Islas Falkland, plasmado en la Comisión de Pesca, pero requieren un acuerdo
duradero. E insiste que la Argentina debe ser consciente de los beneficios
económicos que obtendrá cuando deje de reclamar la soberanía sobre las Islas
Falkland. Como planteamiento novedoso dice que en la controversia hay tres
partes: dos sostienen la misma tesis (Reino Unido y el pueblo de las Islas
Falkland); la tercera - Argentina - se opone a las otras dos, recurriendo a
argumentos basados en un endeble adoctrinamiento emocional. Y textualmente se
transcribe su última alocusión:»El Comité, en lugar de ocuparse de la fútil
controversia sobre la pertenencia de las Islas, debe tener en cuenta el origen
de sus habitantes, el tiempo que llevan poblando las islas y el hecho de que no
hayan desplazado a ninguna población autóctona...».
El
Consejero Stevens sostiene que la única semejanza entre las Islas y el
territorio argentino es la gran inmigración europea que contribuyó a poblar
estas tierras. Pero las diferencias surgen a partir de los gobiernos que se
sucedieron en uno y otro lado. Pues mientras las Islas Falkland fueron
desarrollándose en el marco del imperio de la ley, en Argentina se sucedían
dictadura, guerras civiles y constantes revoluciones.
Sostiene
también que los españoles desplazaron a la población autóctona de Argentina,
como también lo sometió Juan Manuel de Rosas. Y también alude a que después de
la anexión de Falkland, otros países se anexionaron territorios (cita el
ejemplo de Estados Unidos con relación a Texas en 1845), porque en esos tiempos
las conquistas eran aceptables.
Como lo
sostuvo el Consejero Goss, las Islas Falkland tienen garantizado el futuro, a
través de la industria pesquera y el petróleo. Y agrega «La Argentina y las
Islas Falkland comparten la misma región del mundo, explotan sus recursos
pesqueros en zonas económicas separadas y los supervisan en pro del bien
común...». Haciendo homenaje a los 160 años de existencia de la población de
las Islas, recalca las diferencias entre las culturas de los diferentes pueblos
«el pueblo de las Islas no desea formar parte de la Argentina» (sic).
El
Representante de Papúa Nueva-Guinea apoya el proyecto de consenso, y respalda
los intentos del Reino Unido y Argentina de resolver la cuestión mediante la
celebración de consultas y el diálogo, y recomienda a las partes a que recaben
los buenos oficios del Secretario General, para que se reanuden las
negociaciones que pongan fin a la controversia de soberanía.
El Sr.
Vernet, luego de ilustrar al Comité con el relato histórico que conocemos, que
se inicia en el año 1823, cuando Luis Vernet obtiene del gobierno de Buenos
Aires autorización para usufructuar el ganado existente en las Islas Malvinas,
y continúa con todos los sucesos posteriores que conocemos, finaliza su
intervención deplorando «la actitud intransigente del Consejo Legislativo de
las Islas, que ha sugerido que se prohiba el ingreso de ciudadanos argentinos a
las Islas Malvinas, en la creencia de que de ese modo los argentinos relegarán
al olvido un territorio que históricamente les pertenece».
El Sr.
Ancell, luego de reafirmar los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas, y
el apoyo brindado en tal sentido tanto en el ámbito de la OEA (Comité Jurídico
Interamericano, Asamblea General de OEA), señala también que el Comité de
Descolonización ha reconocido la existencia de una controversia de soberanía,
expresando que la solución pacífica es la forma de descolonizar un territorio.
Y recordó que se rechazó la propuesta británica de otorgar a los isleños el
derecho a la libre determinación, en la Asamblea General de ONU, el 27-XI-85. Y
expresamente señaló: »La soberanía argentina sobre las Islas Malvinas no puede
desconocerse aduciendo el derecho a la libre determinación de los pueblos. Es
tan ilusorio pensar que un pueblo puede gozar del derecho a la libre
determinación si no posee un territorio en el cual pueda ejercerlo como
sostener que una población importada como resultado de una ocupación colonial y
que carece de rasgos que la tipifiquen pueda tener derecho sobre un territorio
arrebatado a la fuerza».
Alexander
Betts es un ciudadano argentino que nació y creció en Malvinas. Es un kelper y
no reniega de su origen. Por ello es importante su visión, en la que considera
que debería llegarse a un acuerdo negociado y pacífico, teniendo debidamente en
cuenta los intereses de los pobladores de las islas, que sentaría las bases
para la cooperación económica en el Atlántico meridional.
El
Representante de Chile, señala el compromiso de toda la América Latina en la
causa de la descolonización, en cuyo marco se inscribe la Declaración de los
Presidentes de los Estados Partes del MERCOSUR y los países asociados, del
25-6-96. Señala el deseo de que se cumpla lo dispuesto en la Resolución 2065, y
Chile valora positivamente la disposición Argentina de respetar el estilo de
vida desarrollado en las Islas y construir vínculos directos con sus
habitantes.
La
exposición del Canciller Di Tella se transcribe textualmente en la parte de
documentos, por lo que el lector podrá consultarla en su totalidad.
El
Representante de Brasil, da lectura a la «Declaración sobre las Islas
Malvinas», aprobada en la Décima Reunión de Presidentes del MERCOSUR, del 25 de
Junio de 1996, donde los miembros de dicho acuerdo más los estados asociados,
reafirman su respaldo a los legítimos derechos de la República Argentina en la
disputa de soberanía referida a la cuestión de las Islas Malvinas.
En el
mismo sentido, se pronuncia el Representante de Cuba y el de Venezuela.
El
Representante de Afganistán sostiene que la cuestión que examina el Comité es
compleja, pero está convencido que se llegará a una solución de la
controversia, y desea que el Proyecto de resolución se apruebe por consenso.
Trinidad
y Tobago y Sierra Leona, luego de haberse aprobado el proyecto por consenso,
explican su voto, diciendo que si bien se sumaron al consenso, habrían deseado
que se incluya una frase referente a la libre determinación de conformidad con
la Carta de Naciones Unidas y las resoluciones 1514 (XV) y 1541 (XV) de la
Asamblea General.
En la
Sección Documentos se transcribe la resolución que por consenso aprobó el
Comité de Descolonización, con fecha 22 de julio de 1996.
En el
ámbito de la OEA, se insistió que la cuestión de las Islas Malvinas es un tema
de interés hemisférico, y que expresa su satisfacción por la reafirmación de la
voluntad del gobierno argentino de continuar explorando todas las vías posibles
para solucionar la controversia.
En cuanto
a la relación bilateral, lo logrado en los comunicados conjuntos no parecen
coincidir con los hechos que en forma unilateral practica el Reino Unido, en
torno a las Islas Malvinas, como a Georgias y Sandwich del Sur y a las aguas
circundantes.
La
bilateralidad en una relación tan desigual, hace que la misma no resulte
equitativa para todas las partes.
En el
comunicado emitido en la Primera Reunión de la Comisión sobre Hidrocarburos en
el Atlántico Sudoccidental (del 29 de febrero y 1 de marzo de 1996) y en la
segunda (del 10 de diciembre de 1996), se realizó bajo la fórmula del paraguas
de soberanía establecido concretamente en Madrid I (1989).
No
obstante ello, si nos detenemos en el examen cronológico de los hechos, veremos
que hay una fractura entre los documentos y los hechos, pues la cordialidad que
se resalta en los primeros, no se observa en las acciones llevadas a cabo por
el Reino Unido con relación al conflicto pesquero en aguas de Georgias, durante
los meses de marzo y abril de 1996, ni por lo manifestado por los Consejeros
ante el Comité de Descolonización, ni con los resultados de la política de
seducción llevada adelante por el Canciller Di Tella, la que aparentemente
estaría llegando a su fin, o en todo caso, parece que por lo menos se
acompañará con otras.
En cuanto
a la posición Argentina, parecería que hay una intención de volver a insistir
en tratar el tema de la soberanía, cuya cláusula del paraguas, en el momento de
su concreción no prohibía dicho tratamiento, tal como erróneamente lo sostuvo
el Sr. Presidente de la Nación en el 50º Aniversario de ONU, ello indica que se
hizo un uso abusivo del paraguas, circunstancia bien aprovechada por el Reino
Unido.
No
obstante que la misma se utiliza en todas las reuniones donde se producen
acuerdos entre las partes, ej. reuniones de la Comisión de Pesca y de la
Comisión de Hidrocarburos, los actos unilaterales no quedan amparados por el
paraguas, y constituyen actos reafirmatorios de soberanía. Personalmente
entiendo que ellos se materializan en el control pesquero que unilateralmente
lleva adelante el Reino Unido, el cobro de licencias, el poder jurisdiccional
manifestado en condenas concretas a buques chilenos, la devolución del monto
percibido por una multa a un buque argentino porque su licencia había sido
transferida.
Los
recursos -pesca y petróleo- deben ser aquellos que nos conduzcan a negociar la
controversia de fondo, pero no en la interpretación que hacen los kelpers y que
es la posición británica, en cuanto a que los acuerdos sobre los mismos se
hacen en virtud de la cooperación, en la política del «buen vecino», en la
télesis de preservación con la que se convocó a la Convención sobre Especies
Altamente Migratorias, de estados con zonas económicas exclusivas enfrentadas.
Estos acuerdos también serían posibles entre Malvinas y Chile, por ejemplo, si
Chile fuese un país con costas enfrentadas a las aguas que el Reino Unido
pretende de su propia jurisdicción. Desearía que los «acuerdos de caballeros»
que se realizan con quienes son los diseñadores de la diplomacia mundial no
pasen por alto estas observaciones. Como tampoco debería prestar conformidad a
un acuerdo a largo plazo en el tema pesca, porque ello iría en contra de la
cláusula transitoria inserta en la reforma constitucional del año 1994.
La
ayuda de los vecinos.
Siguiendo
la línea argumental del trabajo de investigación cuya autoría me pertenece
«MALVINAS: Balance y perspectivas. Una alternativa de solución?, reafirmó
la necesidad que los socios del MERCOSUR están llamados a cumplir un gran
papel en la recuperación de la soberanía argentina de las Islas Malvinas.
¿De qué
manera?. Acordando con ellos políticas comunes, tanto en lo referente a la
política exterior (tal como en forma institucional lo hace la Unión Europea), y
concretamente, en la explotación de los recursos: pesca y petróleo.
Si se
observan los índices de exportación de productos de pesca, quizás no sea
alentador para los productores locales pensar en compartir el recurso con los
vecinos, pero si tenemos en cuenta las sumas que el gobierno de Menem ofreció
como indemnización a los kelpers, y las probabilidades de poder explorar y
explotar los hidrocarburos en el área, quizás sea conveniente.
Resulta
alentador que el tema haya sido considerado en la Declaración de los Potreros
de los Funes, (Pcia. de San Luis), por los miembros del MERCOSUR y sus
asociados.
Con
respecto a la Antártida, agradezco la colaboración de la Dirección Nacional de
la Antártida, quien a través del Dr. Angel Ernesto Molinari nos ha
brindado la situación del sector durante el año 1996, y la documentación
elaborada en la XX Reunión Consultiva.
Agradecemos
nuevamente al Departamento Malvinas, Antártida e Islas del Atlántico Sur, del
Ministerio de Asuntos Exteriores, Comercio Internacional y Culto, que tan
gentilmente nos brindó como lo hace año tras año, la documentación referente al
tratamiento de la cuestión Malvinas.
Maria
Elena Baquedano
Coordinadora