Anuario de Relaciones Internacionales, Año 1998
Cumbre de Jefes de Estado
y de Gobierno de la Commonwealth
Comunicado final
(Edimburgo, 24-27 de octubre de 1997)
1- Los Jefes de Gobierno de la Commonwealth se reunieron en Edimburgo del 24 al 27 de octubre de 1997. De los 51 países que participaron de la reunión, 43 fueron representados por el Jefe de Estado o por el Primer Ministro. Presidiendo la reunión el Primer Ministro británico Tony Blair.
2- La reunión fue abierta por Su Majestad la Reina Isabel quien preside la Commonwealth.
3- Los Jefes de Gobierno expresaron su satisfacción por el retorno de las islas Fiji a la Commonwealth, las cuales se convirtieron en su 54 Estado Miembro el 1 de octubre de 1997.
4- Los Jefes de Gobierno felicitaron a la India y a Pakistán, tanto a los gobiernos como a los pueblos, por haberse celebrado recientemente el 50 aniversario de su independencia.
5- Los Jefes de estado homenajearon al gobierno y al pueblo británico por la excelente organización de la reunión, su calurosa hospitalidad y subrayaron que el presidente llevó a cabo una conducción admirable.
6- Los Jefes de Gobierno adoptaron la Declaración Económica de la Commonwealth de Edimburgo en pos de una prosperidad compartida que consideraron complementaria a Declaración de la Commonwealth de Harare de 1991.
7- Los Jefes de Gobierno manifestaron su preocupación por los países menos desarrollados. Para permitirles compartir los frutos de la globalización invitaron a los prestamistas a trabajar a favor del objetivo de aportar el 0.15 por ciento del P.N.B. para los P.M.A.. Asimismo decidieron promover el rol de los microcréditos para reducir la pobreza.
8- Los Jefes de Gobierno recibieron con satisfacción el Informe adjunto, sobre los pequeños estados, del presidente del grupo ministerial. También vieron con satisfacción el Informe realizado por un grupo consultivo titulado: " Un mejor futuro para los pequeños estados: superar la vulnerabilidad", que constituye una importante contribución para la Commonwealth en lo que concierne a las preocupaciones particulares de los pequeños estados. También convinieron tomar un conjunto de medidas para responder a estas preocupaciones.
9- Los Jefes de Gobierno reafirmaron su compromiso con los valores fundamentales de la Commonealth, tales como fueron enunciados en la Declaración de la Commonwealth de Harare en 1991 y subrayaron que la democracia, la buena gestión de los asuntos públicos, el desarrollo sostenido y el respeto de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales son interdependientes y se refuerzan mutuamente. Homenajearon a la Asociación Parlamentaria de la Commonwealth por su labor en el refuerzo de la cultura democrática y de las prácticas parlamentarias eficientes, y por su acción tendiente a mejorar la participación de las mujeres en la vida pública.
10- Los Jefes de Gobierno reafirmaron su apoyo al rol vital de los buenos oficios del Secretario General con respecto al pedido de los gobiernos miembros interesados, de contribuir a la solución de los conflictos, tanto potenciales como reales.
11- Los Jefes de Gobierno tomaron nota y aceptaron las recomendaciones del Informe del Grupo de Acción Ministerial de la Commonwealth sobre la declaración de Harare (CMAG) concerniente a los siguientes tres países: Gambia, Sierra Leona y Nigeria.
12- Aceptaron con satisfacción el cierre de la fase electoral de la transición hacia el régimen civil, democrático y constitucional en Gambia y recibieron de parte de las autoridades de ese país la seguridad de que éstas continuarían ligadas a su compromiso con los principios de Harare.
13- Los Jefes de Gobierno notaron que la persistencia de un gobierno militar en Nigeria constituía una preocupación fundamental para la Commonwealth. Manifestaron su inquietud frente a un no respeto de los Derechos Humanos fundamentales, sobre todo por la detención de numerosos nigerianos entre los cuales se encuentran el presidente Moshood Abiola y el general Olusegun Obasanjo. Como consecuencia de esto decidieron mantener la suspensión infligida contra Nigeria en cuanto a su participación en las actividades de la Commonwealth.
14- Tomaron nota de la positiva contribución de Nigeria a la acción de la Comunidad Económica de Estados de Africa del Oeste (CEDEAO) para apoyar una gestión democrática de los asuntos públicos en esa región, y expresaron la esperanza de que esto refleje la determinación de este país a adoptar los principios de Harare en su política interna.
15- Los Jefes de Gobierno otorgaron igualmente al CMAG la autorización de solicitar, de aqui al 1 de octubre de 1998, la aplicación en el conjunto de la Commonwealth, en su totalidad o en parte, las medidas que éste recomendó, si estima que ello favorecerá el proceso de transición y el respeto de los Derechos Humanos en Nigeria. A continuación algunas de las medidas:
-restricciones en materia de visas para los miembros del régimen nigeriano y para sus familiares.
-El llamado de los agregados militares.
-Un embargo sobre las importaciones de armas.
-Rechazo a las facilidades de educación a los miembros del régimen nigeriano y a sus familiares.
-Prohibición de todos los contactos deportivos no otorgando las correspondientes visas.
-Disminución de las relaciones culturales, y
-La reducción de las misiones diplomáticas.
16- Los Jefes de Gobierno decidieron que el CMAG debería, después del 1 de octubre de 1998, determinar si Nigeria trabajó satisfactoriamente en un programa creíble para el restablecimiento de la democracia y de un régimen civil. Igualmente convinieron que si se establecía que Nigeria había cumplido con lo pedido, la suspensión sería levantada; caso contrario, si las graves violaciones a los principios de Harare persistían, los Jefes de Gobierno encararían la expulsión de Nigeria de la Asociación y pondrían en práctica otras medidas recomendadas por el CMAG, luego de consultar con otros miembros de la comunidad internacional. Estas medidas alcanzarían un embargo imperativo sobre el petróleo, la prohibición de las relaciones aéreas con ese país y la congelación de los haberes financieros y cuentas bancarias en el extranjero de los miembros del régimen así como de sus familiares.
17- Los Jefes de Gobierno condenaron profundamente el golpe de estado que tuvo lugar en Sierra Leona en mayo de 1997, derrocando el gobierno democrático elegido por ese país, en detrimento de la constitución; solicitaron el retorno inmediato del presidente Ahmad-Tejan Kabbah, quien fue recibido en la reunión. Ratificaron la decisión tomada por el CMAG conforme a las disposiciones del programa de acción de la Commonwealth de Milbrook de suspender los consejos al régimen ilegal de Sierra Leona hasta que el gobierno legítimo haya asumido sus funciones.
18- Los Jefes de Gobierno vieron con satisfacción la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas n º 1132 (1997) que inflige a la junta militar que tiene el poder en Sierra Leona, sanciones concernientes al petróleo, las armas , los viajes y que autoriza a la CDEAO a adoptar medidas económicas contra el régimen. Exhortaron a los gobiernos miembros a cooperar con la aplicación de las sanciones de manera tal que el régimen de Sierra Leona quede aislado tanto en el seno de la Commonwealth como de la comunidad internacional. Decidieron brindar ayuda a las víctimas del régimen que la soliciten, tanto en su país como en otros países de la Commonwealth. Sobre todo nutriéndose de ayuda técnica y logística para permitir a la CEDEAO asumir sus responsabilidades. También brindaron el apoyo de la Commonwealth a la reconstrucción de Sierra Leona una vez la crisis solucionada. Desde la fecha y hasta entonces esperarán con interés los informes suplementarios sobre el acuerdo que sería mediado entre la delegación ministerial de la CEDEAO y la junta militar, según el cual la junta se retiraría dando lugar al presidente Tejan Kabbah al término de seis meses.
19- Los Jefes de Gobierno reexaminaron la composición, el mandato y el funcionamiento del CMAG. Decidieron que éste debería continuar con sus tareas como dispositivo ministerial permanente encargado de investigar las violaciones graves y persistentes a los principios de la declaración de la Commonwealth de Harare. Convinieron que le CMAG debería, para los dos años siguientes a la reunión de Jefes de Gobierno en Edimburgo, estar compuesto por los siguientes países: Barbados, Botswana, Gran Bretaña, Canadá, Ghana, Malasia, Nueva Zelanda y Zimbabwe. Decidieron además que el mandato del CMAG en el futuro se extendería a los países miembros, sospechados de realizar violaciones graves o persistentes a los principios de Harare, en función de los criterios establecidos. Decidieron que el Secretario General de la Commonwealth, por determinación propia o por pedido de un gobierno miembro, solicitar el debate de la situación a los miembros del CMAG quienes la incluirían en su programa de trabajo a la luz de los criterios establecidos.
20- Los Jefes de Gobierno se pusieron al corriente del informe del Grupo Intergubernamental sobre los criterios de adhesión a la Commonwealth, y lo aprobaron. Convinieron que para convertirse en miembro de la Commonwealth, el país candidato debería en principio, haber tenido una asociación constitucional con algún país miembro actual de la Commonwealth, debería estar de acuerdo con los valores, principios, y prioridades de la Commonwealth que figuran en la declaración de Harare así como aceptar sus normas y convenciones.
21- Teniendo en cuenta la relación histórica de Palestina con la Commonewalth, los Jefes de Gobierno acogieron favorablemente el interés manifestado por la Autoridad Palestina de convertirse en miembro de la Commonwealth. Notaron que, de hecho, en virtud de los acuerdos de Oslo, Palestina podría alcanzar su soberanía en 1999. Entonces su candidatura será debidamente estudiada conforme a los criterios convenidos para formar parte de la Commonwealth. Los Jefes de Gobierno consideraron también la candidatura de Ruanda y Yemen y se comprometieron a examinarlas según los criterios aprobados.
22- Los Jefes de Gobierno reafirmaron su apoyo a la soberanía, la independencia, la integridad y la unidad de la República de Chipre. Convocaron la puesta en marcha de las resoluciones de las Naciones Unidas sobre Chipre, sobre todo las resoluciones del Consejo de Seguridad n º 365 (1974), 550 (1984), y (939) 1994. Lamentaron que las negociaciones en pos de una solución se hayan detenido por tanto tiempo y dieron apoyo al proceso de negociaciones intercomunitarias directas dentro del marco de la misión de buenos oficios del Secretario General de las Naciones Unidas. Expresaron su inquietud con respecto a las recientes amenazas de recurrir a la fuerza y a la integración del territorio ocupado proferidas por Turquía y reiteraron su apoyo a la desmilitarización emitida por el presidente Clerides. Llamaron a retirase a todas las fuerzas y a todos los colonos turcos y al regreso de los refugiados a sus hogares, al restablecimiento y al respeto de los Derechos Humanos de todos los chipriotas y solicitaron que se rinda cuenta por todas las personas desaparecidas. Manifestaron su preocupación y su decepción porque, por voluntad de la parte chipriota turca de exigir condiciones previas a las partes negociantes, los progresos se tornaron imposibles, y solicitaron cooperación a todas las partes a fin de llegar a una solución general, justa y realizable, sobre la base de una federación bicomunitaria o bizonal. Teniendo en cuenta la existencia del grupo de acción de la Commonwealth en Chipre, recibieron con agrado la iniciativa del Secretario General de dicho organismo de designar un observador en las negociaciones bajo la égida de las Naciones Unidas. Reconocieron la posición particular de Gran Bretaña en este asunto en su calidad de miembro permanente del Consejo de Seguridad y de su poder garante.
23- Los Jefes de Gobierno reafirmaron su sólido apoyo a la integridad territorial, a la seguridad y a la soberanía de Belice. Vieron con satisfacción las consultas y la cooperación entre Guatemala y Belice acerca del establecimiento de medidas de confianza y convocaron a un diálogo de alto nivel. Incentivaron a Guatemala a reconocer las fronteras constitucionales de Belice lo que permitiría una rápida solución para su reivindicación. Reiteraron el pedido efectuado al Secretario General de convocar el Comité Ministerial de la Commonwealth para tratar el tema de Belice, si así lo requiriere el asunto.
24- Los Jefes de Gobierno reafirmaron su firme condena al accionar terrorista bajo cualquiera de sus formas y manifestaciones, el cual desestabiliza el orden político, económico y social de estados soberanos. Reafirmaron su determinación a luchar contra el terrorismo, ya sea éste obra de individuos, organizaciones o estados, por todos los medios posibles en el marco del respeto de los Derechos Humanos y del Estado de Derecho. Reconocieron el lazo que existe entre el terrorismo, el tráfico ilícito de estupefacientes y de armas y el lavado de dinero. Aprobaron el creciente consenso internacional para la lucha contra el terrorismo, sobre todo las medidas tomadas en vista de la adopción de una Convención de las Naciones Unidas para la eliminación de los atentados terroristas y expresaron la esperanza de que esto contribuirá a la instauración de un marco jurídico general. Igualmente llamaron a los estados a promulgar leyes que tornen condenables, en su jurisdicción, los acuerdos delictivos con la finalidad de cometer actos terroristas.
25- Los Jefes de Gobierno abordaron asimismo la grave crisis humanitaria provocada por la utilización minas antipersonales y tomaron nota de las negociaciones de la Convención Sobre de la Prohibición de la Utilización, Almacenamiento, Fabricación, Transporte y Destrucción de Minas Antipersonales, adoptada en Oslo el 18 de Octubre de 1997. Invitaron a la Commonwealth y a otros países que estén en condiciones a considerar la posibilidad de unirse a los primeros signatarios de esta Convención desde su puesta en vigor en Otawa el 3 de diciembre de 1997. Subrayaron que una verdadera solución al problema mundial que generan estas minas no sería posible si no se logra una cooperación internacional eficaz en todas las instancias, sobre todo en la de las Naciones Unidas, la de la Conferencia sobre el Desarme, y la de las organizaciones y agrupaciones regionales, y una mejora en la ayuda internacional para el levantamiento de las minas, en los cuidados, en la rehabilitación y a la reinserción económica de las víctimas
26- Reconociendo la diversidad de problemas que debe afrontar la región del Mediterráneo, los Jefes de Gobierno se vieron complacidos por la Conferencia Euromediterránea de 1995 y por la siguiente Conferencia llevada a cabo en Malta en 1997. Así como también proclamaron su apoyo a las instituciones internacionales y regionales que trabajan en favor de la paz y la seguridad en la región del Mediterráneo.
27- Los Jefes de Gobierno expresaron su convicción de que un tribunal penal internacional constituye un elemento importante para promover el Estado de Derecho a nivel internacional. Brindaron su apoyo a la acción del Comité Preparatorio de las Naciones Unidas en vista de las negociaciones de un reglamento interno del tribunal penal internacional y alentaron a los países de la Commonwealth a participar en la medida de lo posible, en estas negociaciones y en la Conferencia Plenipotenciarias del año siguiente.
28- Los Jefes de Gobierno examinaron diversos aspectos de la cooperación funcional de la Commonwealth, lo cual es esencial para que los estados miembros tengan ventajas de su adhesión fue ratificado. Ratificaron el Informe del Comité Plenario y solicitaron al Secretario que intensifique sus esfuerzos en busca de definir las prioridades en este ámbito, en función de las ventajas comparativas que otorga la Commonwealth.
29- Los Jefes de Gobierno aceptaron la proposición de Africa del Sur de realizar la próxima reunión a llevarse a cabo en 1999 y la de Australia como sede en el año 2001.