Nosotros, Jefes de Estados y de Gobierno de la OUA reunidos en nuestra trigésimo tercera sesión ordinaria del 2 al 4 de junio de 1997 en Harare, Zimbabwe, reafirmando la Declaración que adoptamos en Túnez, reiterando la necesidad de democratizar el Consejo de Seguridad y de hacerlo más eficaz y transparente, convencidos de la necesidad de extender la composición del Consejo de Seguridad y de reformar su proceso de toma de decisiones, subrayando la necesidad imperiosa de asegurar una representación geográfica equitativa en el seno del Consejo de Seguridad, reconociendo la responsabilidad colectiva de mantener la paz y la seguridad internacionales conforme a las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas, declaramos:

- La composición del Consejo de Seguridad debe ser democratizada para reflejar el aumento del número de Estados miembros de la ONU.

- El Consejo de Seguridad debe ser ampliado para contar con 26 miembros. La ampliación del Consejo debe tener en cuenta las dos categorías de miembros para beneficiar a los países en vías de desarrollo y en particular a los países africanos.

- Africa debe disponer por lo menos de dos bancas permanentes. Los mismos países africanos decidirán quiénes ocuparán esas bancas, según un sistema de rotación basado en los criterios de la OUA actualmente en vigencia y en los elementos que ulteriormente mejorarían los mismos.

- Africa debe igualmente disponer de cinco bancas no permanentes en el Consejo de Seguridad ampliado,. Los nuevos miembros permanentes deben tener las mismas prerrogativas y los mismos poderes que los miembros actuales.

- Al término, los miembros permanentes deben igualmente ser designados por sus respectivas regiones y ser elegidos por la Asamblea General. Este sistema de elecciones periódicas de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad hará que en definitiva las decisiones del Consejo sean menos tributarias de los intereses estrictamente nacionales de los diversos miembros.

- Es necesario reforzar la transparencia del Consejo de Seguridad, mejorar su funcionamiento, sus medios de trabajo, sus procesos de toma de decisiones y sus relaciones con los Estados no miembros del Consejo. Hacemos nuestras las medidas propuestas en el documento apropiado del Movimiento de los Países no Alineados adoptado en Nueva Delhi el 8 de abril de 1997.

- Igualmente es necesario rever periódicamente la estructura y el funcionamiento del Consejo de Seguridad para permitirle responder de una mejor manera y con más eficacia a los nuevos desafíos que plantea el desarrollo de las relaciones internacionales, y en particular en lo que atañe a la paz y a la seguridad internacional.

Adoptando esta posición reafirmamos que:

- Los esfuerzos dirigidos a la reestructuración del Consejo de Seguridad no deben ser sometidos a un calendario impuesto. Reconociendo la necesidad de tratar con toda urgencia esta cuestión, no debe tomarse ninguna decisión sin antes haber realizado un acuerdo general.

- Se debe dar la misma importancia a la ampliación de la composición del Consejo de Seguridad como a la mejora de sus métodos de trabajo.

- El recurso del derecho de veto debe ser progresivamente limitado hasta ser totalmente suprimido.

Con el fin de alcanzar estos objetivos:

- Encargamos al Grupo Africano de la ONU continuar examinando de manera profunda las propuestas sometidas al Grupo de Trabajo de composición no limitada sobre la reestructuración del Consejo de Seguridad para lograr un acuerdo general que tenga en cuenta los intereses de Africa.

- Conferimos mandato a nuestros Representantes Permanentes en la ONU en Nueva York para que continúen defendiendo la posición africana común y examinen en detalle el concepto y las modalidades de la rotación así como también su aplicación en las bancas permanentes.

Finalmente deseamos que los Ministros Africanos se comprometan con la cuestión y sigan su evolución.