Anuario de Relaciones Internacionales, Año 1998

 

CARICOM

Declaración de Principios de Bridgetown

 

Bridgetown, 10 de mayo de 1997

 

El Caribe-EE.UU

1. Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno de los países del Caribe: Antigua y Barbuda, Commonwealth de las Bahamas, Barbados y Belice, Commonwealth de Dominica, República Dominicana, Granada, República Cooperativa de Guyana, República de Haití, Jamaica, Federación de San Cristóbal y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y Las Granadinas, República de Surinam, República de Trinidad y Tobago y los Estados Unidos de América, reunidos en Bridgetown, Barbados, el 10 de mayo de 1997, nos comprometemos a reforzar nuestra cooperación para afrontar los desafíos del próximo milenio en el marco de la colaboración y del respeto mutuo.

2. Reafirmamos nuestra adhesión a las normas del derecho internacional, a los principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas y en la Carta de la Organización de los Estados Americanos y además nuestro respeto por la soberanía de los Estados, por las tratativas multilaterales, por las tradiciones democráticas, por los Derechos Humanos, la buena gestión de los asuntos públicos, la dignidad del Hombre y por el Estado de Derecho.

3. Reconocemos la heterogeneidad y la diversidad, como así también la identidad común de nuestra familia de países y de pueblos, ligados por sus orígenes históricos y étnicos, por sus lazos y afinidades culturales así como por las estrechas relaciones sociales y económicas. Recalcamos nuevamente la importante contribución que aportan al desarrollo de cada una de nuestras sociedades las comunidades de inmigrantes de nuestros respectivos países.

4. Somos conscientes de las relaciones complejas que existen entre el comercio, el desarrollo económico, la seguridad y la prosperidad de nuestras sociedades. En consecuencia, proclamamos nuestra intención de obrar de común acuerdo para mejorar el bienestar económico y la seguridad de todos nuestros ciudadanos para defender y consolidar nuestras instituciones democráticas y para asegurar la justicia social y la estabilidad.

5. Al alba de un nuevo siglo caracterizado por la expansión rápida y la mundialización de las finanzas, de las inversiones, de la producción y del comercio, en el marco de una formidable revolución tecnológica, reconocemos la necesidad de inaugurar una nueva era en esta mutua colaboración entre los países del Caribe. En este contexto, reafirmamos nuestra adhesión a la Declaración de Principios y al Plan de Acción adoptado por la Cumbre de las Américas en Miami en el año 1 994. Recordamos que el objetivo de este proceso es tomar en cuenta las necesidades específicas de las pequeñas economías, con el fin de favorecer su desarrollo y de prepararlas para afrontar los problemas que resultan de la inexorable mundialización y liberalización de la economía mundial, como así también la creación de una zona de libre comercio de las Américas. Reconocemos el papel creciente de las capacidades humanas, tecnológicas y de comunicación necesarias para poder funcionar en este nuevo entorno competitivo internacional; la situación actual en la mayoría de los Estados del Caribe y declaramos que las iniciativas y cooperación sistemáticas son indispensables para mejorar la calidad de los recursos humanos y la capacidad tecnológica de estos Estados.

6. Firmemente convencidos de que las economías estables y prósperas, en el marco de un Estado de Derecho, constituyen una defensa contra la criminalidad transnacional, nos preocupamos por el poder y por las capacidades crecientes de las organizaciones criminales transnacionales y de los carteles que se dedican al tráfico de drogas, por las tentativas que despliegan para corromper y debilitar nuestras economías de mercado y nuestros sistemas democráticos y además por las repercusiones de sus actividades a nivel violencia y orden público. Proclamamos nuestra determinación para cooperar en la lucha contra la criminalidad transnacional organizada y contra la amenaza que el tráfico ilícito de armas de fuego y de municiones hace pesar sobre nuestros pueblos y sobre los fundamentos de nuestros Estados. Estamos profundamente preocupados por la incidencia creciente de la inmigración ilegal organizada y nos comprometemos a buscar y a estudiar métodos constructivos e innovadores con vistas a mejorar nuestros sistemas judiciales y a desarrollar la cooperación entre ellos, y así garantizar a nuestras sociedades el espíritu de seguridad y estabilidad que, sólo él, permite alcanzar libremente un desarrollo económico y social sostenible.

7. Constatamos que a pesar de los progresos substanciales realizados en cuanto al tratamiento del problema de la deuda, el peso del endeudamiento extranjero es tan importante en algunos de nuestros países que el mismo constituye un obstáculo para el desarrollo. Por esta razón, reafirmamos la importancia de adoptar medidas adecuadas para administrar la deuda, principalmente medidas que figuren en los programas de las instituciones financieras internacionales.

8. Declaramos nuestra profunda adhesión a las normas de trabajo y a los derechos de los trabajadores internacionalmente reconocidos, principalmente a la libertad de asociación y a las negociaciones colectivas. Subrayamos la importancia de la participación plena y entera de las mujeres en la vida económica y política, a través de un acceso justo a la educación, a los cuidados médicos y a la ayuda financiera y reconocemos que combatiendo y previniendo la violencia contra las mujeres, superamos una etapa esencial en aras de la consolidación de la democracia. El desarrollo dinámico, sostenible y equitativo requiere la contribución de todos los miembros de la sociedad.

9. Para lograr estos objetivos y preservar el proceso de consulta, decidimos que todos los Ministros y Secretarios de Estado de los países del Caribe que se encuentran a cargo de los Asuntos Exteriores así como el Secretario de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica se reunirán para controlar la puesta en marcha del Plan de Acción que aquí se adjunta y del que darán cuenta cada año. Además, creamos por la presente comités mixtos de justicia, seguridad y comercio, de desarrollo, finanzas y medio ambiente. Este último trabajará en estrecha cooperación con el Consejo de Comercio y de Inversión de la CARICOM - Estados Unidos, con el fin de desarrollar y de volver más eficaces la comunicación, la coordinación y el control entre nuestros gobiernos.

10.Con este fin, adoptamos y publicamos la presente Declaración de Principios de Bridgetown, al pie de la cual se encuentran nuestras firmas y en la que se exponen nuestras convicciones de manera precisa y se hace hincapié en nuestra voluntad de aunar esfuerzos con el propósito de fortalecer la capacidad de nuestros Estados y así alcanzar un desarrollo sostenible y preservar nuestra democracia, la paz y el progreso económico y social.