Anuario de Relaciones Internacionales, Año 1998

 

Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
Acuerdo sobre Cambio Climático

Tercer Período de Sesiones
de la Conferencia de Partes

Kyoto, diciembre de 1997.

 

En la reunión de marzo de 1997 de las conversaciones del Mandato de Berlín, se incrementaron las negociaciones sobre el texto que resultará de la Tercer Conferencia de Partes sobre Cambio Climático, a celebrarse en Kyoto.

Estos impulsos se sumaron a dos acontecimientos destacados: la Cumbre de los 8 (Denver, Colorado) y la reunión extraordinaria Río +5, de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

La negociación final se realizará en Kyoto durante los tres últimos días de la CDP 3.

En las negociaciones que condujeron a Kyoto, la cuestión de las medidas que convendría adoptar se plantea bajo el título de "políticas y medidas".

La cuestión fundamental es la siguiente: ¿deberían prescribir los instrumentos de Kyoto unas políticas y medidas comunes para los países desarrollados, de manera que éstos puedan mantener un campo de juego justo en su comercio exterior y evitar una competición distorsionadora?. o ¿deberían dejar un máximo de flexibilidad para que cada país elija cómo lograr una meta de emisiones acordada de la forma que considere más adecuada a sus circunstancias?

La primera idea corresponde a la posición de la UE, mientras que la segunda es la defendida por los EE.UU.

La propia Convención señala cómo se puede resolver el dilema pidiendo a las Partes del Anexo I que entre ellas coordinen los correspondientes instrumentos económicos y administrativos elaborados para conseguir el objetivo de la Convención (inciso i) del apartado e, del artículo 4.2.

El objetivo final de la Convención es estabilizar las concentraciones globales de gases de efecto invernadero en un nivel "inocuo" .

En lo que respecta al objetivo de la Convención de que en el año 2000 se reduzcan las emisiones hasta los niveles de 1990, la primer serie de comunicaciones nacionales confirma la predicción de que ninguna de las Partes del Anexo I va a alcanzar el objetivo 1990/2000 valiéndose de las políticas expresamente dirigidas a resolver la cuestión del Cambio Climático.

En consecuencia con el Mandato de Berlín se trata de reforzar los compromisos de las Partes del anexo I y excluye nuevos compromisos para las Partes de los países en desarrollo, compromisos que podrían surgir de revisiones periódicas de la aplicación de la Convención, así como de futuras negociaciones que podrían resultar.

En Kyoto, los países industrializados tendrán la posibilidad de utilizar su poder y riqueza en interés del desarrollo sostenible del planeta.

Al adoptar medidas decisivas con el fin de reducir para el año 2000 sus emisiones de gases de efecto invernadero a niveles inferiores a los de 1990, habrán dado cumplimiento a su compromiso de tomar la iniciativa en dar en el siglo próximo una respuesta global y cooperativa al calentamiento del mundo, dando así un impulso a los necesarios cambios tecnológicos y estimulando a los países en desarrollo a que limiten el crecimiento de sus emisiones.

El mundo espera que estos países emitan un claro mensaje: que se comprometan con metas y plazos a realizar recortes de emisiones que sean considerables, obligatorios y comprobables.

Este mensaje se dirige a dos auditorios: en primer lugar la población, las empresas y las comunidades de los propios países desarrollados. Las medidas dirigidas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero tratan sobre todo de modificar las actitudes y expectativas y, solo secundariamente, a implantar nuevas normas y reglamentos.

En la segunda fase, el mensaje de Kyoto se dirigirá a gobiernos y poblaciones de países en desarrollo, en particular a los que poseen poblaciones más numerosas y economías más dinámicas.

A todos los países, tanto desarrollados como en desarrollo, les interesa avanzar hacia la adopción de medidas generales que permitan disminuir en escala global las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero y de esta forma reducir al mínimo los efectos nocivos del calentamiento global.

A corto plazo los gobiernos fomentarán las posibilidades de limitar las emisiones "sin pena", es decir de forma que además rindan beneficios económicos (por ejemplo, la supresión de subsidios perturbadores) o que ayuden a reducir otros problemas ambientales inmediatos (como los efectos de la contaminación atmosférica sobre la salud).

La comunidad de las naciones va a enfrentarse en los próximos decenios con nuevos y complejos problemas que influirán cada vez más en el cambio climático.

Esto significa que un éxito en Kyoto contribuirá a que se logren las metas de desarrollo sostenible que se fijaron en la Cumbre de la Tierra de Río, entre las que figuraban las siguientes: Sistemas de Energía Sostenibles, Consumo Sostenible, Crecimiento de las Poblaciones, Diversidad Biológica; Degradación de tierras áridas.

En los primeros diez días de diciembre, delegaciones de 175 países debatieron sobre la situación y las medidas a adoptar.

Las posiciones iniciales fueron diferentes, las discusiones continuas y fuertes, especialmente entre la UE, que mantuvo una posición común, debatida previamente, y otros países industrializados, principalmente EE.UU. y Japón.

Por esto cobra un significado especial el acuerdo finalmente conseguido tras los debates.

El Protocolo resultante de ese acuerdo significa el establecimiento, por primera vez, de compromisos concretos para todos los países industrializados, en particular en lo que se refiere a los objetivos de reducción de emisiones de gas de efecto invernadero.

Sin embargo, lo decidido es aún esencialmente un marco, que debe en buena parte ser precisado. En particular, deben establecerse las modalidades en puntos importantes para alcanzar los objetivos de reducción.

Todo ello da una gran importancia a la celebración de la Cuarta Conferencia de las Partes, que tendrá lugar en Buenos Aires, en noviembre de 1998.

En el Protocolo final aprobado en Kyoto, los EE.UU asumen el compromiso de que sus niveles de emisión de gases en el año 2010 sean inferiores a un 5% a los de 1990.

En el resto de los países industrializados los compromisos varían desde un descenso del 8% para la UE y un incremento del 5%.

Japón producirá un 4,5% menos de emisiones, mientras que Australia y Noruega podrán emitir un 5% más y Nueva Zelanda tendrá permiso para estabilizar sus niveles en los de 1990.

Entre las consecuencias de la Conferencia de Kyoto, la UE se plantea también trabajar para la definición de los principios, modalidades, reglas y líneas directrices para el comercio de emisiones.

Asimismo se definirán con detalle los "sumideros" de emisiones introducidos en el Protocolo de Kyoto, y se examinarán las implicaciones que derivan de la introducción en el Protocolo del concepto de "mecanismo de desarrollo limpio".

El camino del Cambio Climático no termina en Kyoto, éste marca el final de una importante etapa y señala hacia el futuro.

El Protocolo ha de desencadenar cambios en la formulación de las políticas, en la inversión y en el consumo, en particular en los sectores de la energía y el transporte.

Anexos: Escala indicativa de contribuciones al presupuesto administrativo de la Convención.

1996-1997

 

Anexo II

Escala indicativa de contribuciones al presupuesto administrativo de la convención: 1996-1997

Parte 1996 1997

Albania 0,01 0,0l

Alemania 9,19 9,19

Antigua y Barbuda 0,01 0,01

Arabia Saudita 0,73 0,72

Argelia 0,16 0,16

Argentina 0,49 0,49

Armenia 0,06 0,05

Australia 1,50 1,50

Austria 0,88 0,88

Bahamas 0,02 0,02

Bahrein 0,02 0,02

Bangladesh 0,01 0,01

Barbados 0,01 0,01

(Bélgica) + 1,02 1,02

Belice 0,01 0,01

Benin 0,01 0,01

Bolivia 0,01 0,01

Botswana 0,01 0,01

Brasil 1,65 l,64

Burkina Faso 0,01 0,01

Camerún 0,01 0,01

Canadá 3,15 3,15

Chad 0,01 0,01

Chile 0,08 0,08

China 0,75 0,75

Colombia O,10 0,10

Comoras 0,01 0,01

Comunidad Europea 2,50 2,50

Costa Rica 0,01 0,01

Côte d’Ivoire 0,01 0,01

Cuba 0,05 0,05

Dinamarca 0,73 0,73

Dominica 0,01 0,01

Ecuador 0,02 0,02

Egipto 0,07 0,08

Parte 1996 1997

Eslovaquia 0,08 0,08

España 2,40 2,4l

Estados Unidos de América 25,00 25,00

Estonia 0,04 0,04

Etiopía 0,01 0,01

Federación de Rusia 4,52 4,33

Fiji 0,01 0,01

Filipinas 0,06 0,06

Finlandia 0,63 0,63

Francia 6,51 6,51

Gambia 0,01 0,01

Georgia 0,12 0,11

Granada 0,01 0,01

Grecia 0,39 0,39

Guinea 0,01 0,01

Guyana 0,01 0,01

Hungría 0,14 0,14

India 0,31 0,31

Indonesia 0,14 0,14

Irlanda 0,21 0,21

Islandia 0,03 0,03

Islas Cook 0,01 0,01

Islas Marshall 0,01 0,01

Islas Salomon 0,01 0,01

Italia 5,28 5,33

Jamaica 0,01 0,01

Japón 15,68 15,87

Jordania 0,01 0,01

Kenya 0,01 0,01

Kiribati 0,01 0,01

Kuwait 0,19 0,19

Lesotho O,01 0,01

Letonia O,O8 0,08

Líbano 0,01 0,01

Liechtenstein 0,01 0,01

Lituania 0,09 0,08

Luxemburgo 0,07 Q,07

Malawi 0,01 0,01

Malasia 0,14 0,14

Maldivas 0,01 0,01

Malí 0,01 0,01

Ma1ta 0,01 0,01

Mauricio 0,01 0,01

Mauritania 0,01 0,01

México O,SO 0,80

Micronesia (Estados Federados de) 0,01 0,01

Mónaco o,01 0,01

Mongolia 0,01 O,O1

Myanmar 0,01 0,01

Nauru 0,01 0,01

Nepal 0,01 0,01

Nigeria 0,12 O,11

Noruega 0,57 0,57

Nueva Zelandia 0,24 0,24

Omán 0,04 0,04

Países Bajos 1,61 1,61

Pakistán 0,06 0,06

Papua Nueva Guinea 0,01 0,01

Paraguay 0,01 0,01

Perú 0,06 0,06

Polonia 0,34 0,33

Portugal O,28 0,28

Reino Unido de Gran Bretaña
e Irlanda del Norte 5,40 5,40

República Centroafricana 0,01 0,01

República Checa O,26 0,25

República de Corea 0,83 0,83

República Democrática

Popular Lao 0,01 0,01

República Popular
Democrática de Corea 0,05 0,05

Rumania 0,15 0,15

Saint Kitts y Nevis 0,01 0,01

Samoa 0,0l O,0l

Santa Lucia 0,01 0,01

San Marino 0,01 0,01

Senegal 0,01 0,01

Seychellee 0,01 0,01

Sri Lanka 0,01 0,01

Sudan 0,01 0,0l

Suecia 1,25 1,25

Suiza 1,23 1,23

Tailandia 0,13 0,13

Togo 0,01 0,01

Trinidad y Tobago 0,03 0,03

Túnez 0,03 0,03

Tuvalu 0,01 0,01

Uganda 0,01 0,01

Uruguay 0,04 0,04

Uzbekistán 0,14 0,13

Vanuatu 0,01 0,01

Venezuela 0,34 0,33

Viet Nam 0,01 0,01

Zaire 0,01 0,01

Zambia 0,01 0,01

Zimbabwe 0,01 0,01

Total 99,96 99,96

* Bégica ha manifestado su intención de hacerse Parte en la 3a Convención.