El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos admitió que en los últimos doce meses se han producido más casos de violaciones de los derechos económicos, sociales y culturales que nunca. Hizo notar que la pobreza y exclusión ya no es un problema limitado a los países en desarrollo, sino, que por el contrario, cada vez son más los países desarrollados que se ven afectados por ellas. Remarcó que los conflictos internos y la inestabilidad se deben a la falta de justicia social, a la exclusión de grandes grupos, y a la división de países muy pobres y países muy ricos. El único hecho alentador que se encontró fue el de un creciente reconocimiento de la necesidad de adoptar una acción eficaz.

Destacó como elemento sustancial de los derechos humanos básicos el acceso a una educación, a la atención de la salud y a las oportunidades de obtener un trabajo digno. Algunos Estados necesitan la ayuda de instituciones internacionales de desarrollo para modificar sus prioridades, y de esta manera tomar desiciones aún en contra de poderosos intereses, pero en pro del fortalecimiento de los derechos humanos. Allí es donde se destacó la importancia de que las instituciones financieras internacionales determinen y sopesen los efectos de su asesoramiento. El Alto Comisionado pudo observar que la mayoría de los Estados entienden el valor del principio de la cooperación internacional en favor de los derechos humanos y, también, el alto grado de aceptación de la asistencia, seguimiento y envío de personal sobre el terreno. El Alto Comisionado reconoció en estos medios, importantes instrumentos para reducir las violaciones, mejorar las prácticas de derechos humanos y crear un clima de confianza para asegurar la reconstrucción social.

En el año 1998, las Naciones Unidas aplicaron un importante instrumento orientado a ayudar a los Estados y a los organismos internacionales a reorientar sus planteos: se trató del enfoque del desarrollo basado en los derechos humanos. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) adoptó como objetivo fundamental al derecho al desarrollo, y a los derechos humanos como instrumento analítico de la asistencia al desarrollo. Así, por ejemplo, la UNICEF viene utilizando desde hace tiempo la Convención sobre los Derechos del Niño como elemento básico de referencia para su labor. El enfoque basado en los derechos reconoce que cada niño tiene el derecho individual a acceder ala educación, y que cada mujer tiene derecho a acceder a servicios de salud reproductiva. Además, atribuye mayor importancia al papel y la contribución de los órganos y los procedimientos tradicionales en materia de derechos humanos.

El Alto Comisionado proclamó que las soluciones a largo plazo de los conflictos que se vienen dando, deben abordar directamente sus causas, es decir el problema de derechos humanos, el reconocimiento de la diversidad legítima de una población y el desequilibrio en el acceso al poder o la riqueza.

Informó que todos los participantes en operaciones de paz han participado en actividades de formación en derechos humanos. El elemento que caracteriza al programa de derechos humanos es la de su proyección sobre los lugares donde vive la gente. Esta es la base del programa de cooperación técnica, el cual, previa solicitud del gobierno, proporciona asistencia para fortalecer la capacidad nacional.

El Alto Comisionado destacó que las Naciones Unidas y la comunidad internacional hacen frente a un problema de cada vez más gravedad; el de los aspectos transnacionales de las violaciones de los derechos humanos, en el contexto del terrorismo, el tráfico de drogas, tráfico de mujeres y niños con fines de explotación sexual. Estos fenómenos no pueden ser combatidos a nivel nacional, sino que muy por el contrario, se necesita una respuesta internacional conjunta. Hoy en día ya existen normas internacionales que son ampliamente reconocidas, aunque el Alto Comisionado reconoció que no todas las cuestiones importantes están previstas en ellas. Esto ocurre, por ejemplo, con los derechos colectivos de las poblaciones indígenas o el proyecto de protocolo facultativo a la Convención sobre los Derechos del Niño, sobre venta, prostitución y pornografía infantil. Cabe destacar que será sometido a la aprobación de la Asamblea General, luego de haber ya sido aprobado por la Comisión de Derechos Humanos, un proyecto de declaración sobre el derecho y el deber de los individuos, grupos e instituciones de promover y proteger los derechos humanos y libertades fundamentales.

La Alta Comisionada informó que, en cumplimiento de sus responsabilidades, visitó países de Africa, Asia y Europa, planeando para este año una visita a América Latina. Asimismo, asistió a las reuniones regulares de los cuatro comités ejecutivos y el Grupo Superior de Gestión, manteniéndose en constante trato con los directivos de los programas y con los organismos de las Naciones Unidas. En septiembre impulsó el diálogo con el gobierno de China, con el cual firmó un memorando de intenciones para fomentar la actividad de cooperación técnica y participó de distintos talleres de formación sobre pactos internacionales de derechos humanos. Asimismo, en diálogo con el Presidente, Vice Primer Ministro y otras autoridades, discutió del cumplimiento de los compromisos contraídos en virtud de la ratificación de diversos instrumentos internacionales. La Alta Comisionada se reunió con representantes del Tribunal Supremo del Pueblo, con representantes de distintas ONG´s. En el Tíbet fue recibida por representantes de la sociedad civil y en Shanghai se entrevistó con el gobierno local, acordándose próximas visitas de trabajo y proyectos de derechos humanos.

El Alto Comisionado remarcó que, con motivo del cincuentenario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, se dio una especial oportunidad para replantear los derechos humanos como un "ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse".

Se hizo un gran esfuerzo para que las actividades correspondientes al año 1998 hicieran de los derechos humanos los principios rectores de las relaciones internacionales, que estuvieran orientadas al futuro, que fomentaran la aplicación de los derechos humanos y promovieran la adhesión a los mismos mediante una alianza mundial. Destacó con énfasis, que las actividades emprendidas fueron no sólo numerosas, sino también muy fructíferas, pues gran cantidad de gobiernos han contribuido al fomento y protección de los derechos humanos mediante distintos programas. Algunos de ellos han llegado a declarar un "año de los derechos humanos", creándose comités especiales para coordinar la actividad, llegándose a resultados óptimos.

El objetivo primordial que tuvo el programa de 1998, fue el de promover la ratificación de los distintos tratados. De esta manera, la Unión Interparlamentaria alentó a los Parlamentos de los distintos países a contribuir con el cincuentenario, otorgándoles una lista de medidas básicas: pronta ratificación de tratados, eliminación de reservas, armonización de las leyes nacionales con las internacionales de derechos humanos, creación de instituciones para la promoción y protección de los derechos humanos y apoyo a las ONG´s.

El Alto Comisionado resaltó la gran contribución a las actividades, de la sociedad civil. La Oficina de la Alta Comisionada (OADH) recibió información de particulares, de grupos y organizaciones de todo el mundo. Destacó, también, la convocatoria de las ONG´s a dos foros internacionales: el primero de ellos dedicado al análisis de la aplicación de la Declaración y Programa de Acción de Viena, celebrado en Otawa, y el segundo sobre la condición jurídica y la protección de los defensores de los derechos humanos, desarrollado en Ginebra.

La OACDH asumió la responsabilidad desde tres sectores: la cooperación internacional, la interinstitucional y su propio programa. Coordinó las actividades para el cincuentenario, creó cauces de comunicación para facilitar la cooperación internacional, suministró asesoramiento, se abrió una página web (www.unchr.ch) como medio de difusión.

En 1998, la OACDH, emprendió un nuevo programa llamado "Proyecto ACC por derechos humanos" (Ayuda conjunta a comunidades), por el cual se hacen donaciones de hasta U$S 2.000 en apoyo a iniciativas en la comunidad local, en virtud del cual se recibieron más de 300 solicitudes.

El cincuentenario y el quinto aniversario de la Declaración y Programa de Acción de Viena fueron la ocasión para revisar las promesas y progresos de las Naciones Unidas. La adhesión de las ONG´s y organizaciones de base dejó demostrado cómo las poblacioones del planeta ven en la Declaración Universal la proyección de sus mismos valores. Con ello quedó reforzada la legitimidad de las Naciones Unidas para actuar en nombre de "nosotros los pueblos".

Los derechos humanos se encuentran cada vez más integrados al sistema de las Naciones Unidas. Los cuatro comités ejecutivos, los departamenmtos y los distintos programas y los organismos especializados, incluyen los derechos humanos en su accionar mediante la coordinación con la OACDH y la firma de memorandos de entendimiento..

La OACDH firmó un memorando de entendimiento con el PNUD, que prevé el desarrollo de actividades conjuntas sobre: derecho al desarrollo; tratados internacionales de derechos humanos; mecanismos y procedimientos de la Comisión de Derechos Humanos; servicios de elaboración de programas; cooperación técnica y asesoramiento; apoyo a las misiones en los países; y capacitación.

Se creó un grupo de trabajo mixto, OACDH/PNUD, que se ocupó de la ejecución de las actividades.

Se promovieron los vínculos con las organizaciones y mecanismos regionales, en virtud de lo cual la Alta Comisionada propusó al Consejo Permanente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa la elaboración de programas relacionados con: cooperación técnica, labor sobre el terreno y la formación en derechos humanos. La propuesta fue aceptada y, además, se firmó con la Oficina de Instituciones Demócraticas y Derechos Humano de la OSCE, otro acuerdo de cooperación.

Los relatores especiales/representantes discutieron la manera de coordinar el trabajo del sistema de procedimientos especiales con la Comisión de Derechos Humanos, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos.

En ese sentido, se subrayó la importancia de mantener la independencia e imparcialidad en el cumplimiento de los mandatos.

La Alta Comisionada comentó que este derecho fue prioritario en la labor de su Oficina.

Resaltó que la firma del memorando con el PNUD tuvo grandes resultados y destacó, además, la designación de un experto independiente especializado en el derecho al desarrollo por parte de la Comisión de Derechos Humanos.

Informó que el gobierno de Noruega, el PNUD y la OACDH organizaron un Simposio sobre Derechos Humanos y Desarrollo Humano, en Oslo. La OACDH en busca de asegurar niveles adecuados en materia de alimentos y nutrición, organizó un Simposio sobre el tema, previo al 26º período de sesiones del Subcomité de Nutrición del Comité Administrativo de Coordinación.

La trata de mujeres y niños fue definida por la Alta Comisionada como "una forma contemporánea de esclavitud", de la cual las regiones más afectadas son Europa central y oriental y Asia sudoriental. A este tema le fue otorgado carácter prioritario, para lo cual la OACDH estableció un grupo de trabajo interno encargado de estudiar el tema y la ayuda que pueda llegar a ofrecer esa Oficina para erradicar el problema. A tal efecto, se reunieron con representantes de la OIT y de la Organización Internacional para las Migraciones. La OACDH investigó la existencia de estas prácticas en los Estados que prepararon informes para presentar ante el Comité de los Derechos del Niño.

Con respecto a la cuestión del género y los derechos humanos de la mujer, la Alta Comisionada aportó información detallada, e instó a que se ofreciera una protección legal adecuada y equitativa a mujeres y niñas. Señaló que las medidas a tomarse, deben ser a tres niveles: 1- integración de la perspectiva de género; 2- participación activa de la mujer en las actividades de las Naciones Unidas sobre derechos humanos; 3- fomento de programas y actividades para mejorar el disfrute de los derechos humanos por parte de las mujeres y niñas.

La Asamblea convocó, a más tardar para el año 2001, a una Conferencia Mundial contra el racismo, la discriminación, la xenofobia y otras formas de intolerancia. Se le otorgó primacía a la adopción de medidas prácticas para erradicarlos, teniendo en cuenta los instrumentos de derechos humanos existentes.

La OACDH actúa de forma unificadora de las actividades de la ONU en la preparación de dicha Conferencia, para lograr una concientización de la opinión pública respecto de la importancia de la misma

La Alta Comisionada consideró prioritario fortalecer los programas de servicios consultivos y de cooperación técnica, enfoncándose ello al aumento de las capacidades nacionales en lo que respecta a los derechos humanos. Esto es, la promoción de las instituciones democráticas, el desarrollo y los derechos humanos, la administración de justicia, la formación en derechos humanos, la asistencia constitucional, creación y refuerzo del cuerpo de policía y personal penitenciario.

Remarcó como responsabilidad de los propios países la aplicación eficaz de los derechos humanos. La OACDH proporcionó asesoramiento y asistencia a más de 20 gobiernos. Esta labor se realizó conjuntamente con el PNUD.

La Declaración de Viena puso de manifiesto la importancia de la formación en derechos humanos

En ese sentido, instó a los gobiernos a establecer planes de acción eficaces, los cuales deberían ser parte integrante del plan nacional de desarrollo.

Junto con el Director General de la UNESCO, dirigió cartas a los jefes de gobierno donde figuraban directrices para la elaboración de planes de acción preparadas por la OACDH, con la cooperación de expertos gubernamentales y no gubernamentales.

El Alto Comisionado concluyó que las Naciones Unidas están definiendo mejor sus procedimientos, mejorando y aplicando de a poco sus instrumentos preventivos en respuesta a los problemas.

Del examen quinquenal se desprendió que las Naciones Unidas se deben esforzar aún más para proteger los derechos humanos a todos los niveles, y particularmente han de señalar el camino en lo relativo a la dignidad humana, debiendo ser un portavoz de los oprimidos. Para ello, remarcó, que es necesario poner énfasis en los derechos humanos dentro de la Organización.

Señaló que en el año 1998, se presenció un aumento considerable de las expectativas mundiales, dirigidas a las Naciones Unidas, en lo relativo a la promoción y protección real de los derechos humanos, económicos, sociales y culturales. Se amplió, también la modalidad de acción de la Organización, se observó un aumento del 30 % de las ratificaciones de tratados de derechos humanos y una tendencia a dar mayor importancia a la eliminación de la pobreza y otras cuestiones.

Consideró muy importante el hecho de que la Asamblea hubiera convocado a una Conferencia Internacional para tratar temas como racismo, xenofobia y formas conexas de intolerancia.

Se lograron grandes progresos en todo el sistema de los derechos humanos, por lo que exhortó a los Estados miembros a que tomen medidas necesarias con objeto de asentar una base financiera sólida para las actividades del programa de derechos humanos mediante el presupuesto ordinario de las Naciones Unidas.