Declaración
Centroamérica unida contra el terrorismo
Los Presidentes de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua,
y el Representante del Primer Ministro de Belize, reunidos en la Escuela
Agrícola Panamericana "El Zamorano", representación
de la generosa acción de los Estados Unidos para el desarrollo
en las zonas rurales de Centroamérica, ubicada en la República
de Honduras, el día 19 de septiembre de 2001, formulan la siguiente
Declaración:
1. Reiteran su firme condena a los actos de terrorismo, cualesquiera sea
la forma en que se manifiesten, pues constituyen los más crueles
y cobardes de los crímenes contra la humanidad y atentan contra
la paz y la seguridad internacional.
2. Ante los recientes y abominables actos cometidos contra el Pueblo y
Gobierno de los Estados Unidos de América y en profundo reconocimiento
por el apoyo generoso que ese país le ha brindado a nuestra región
para consolidar la paz y la democracia, patentizan sus más sinceros
sentimientos de pesar y de solidaridad hacia ese Pueblo y Gobierno, así
como su firme decisión de colaborar y apoyar la adopción
y ejecución de medidas orientadas a sancionar a los responsables
de acuerdo con las normas del derecho internacional.
3. El dolor que embarga a la sociedad estadounidense es compartido dado
que el escenario de la tragedia incluye a numerosos ciudadanos centroamericanos.
4. Los Pueblos y Gobiernos de los países de Centroamérica
están de duelo ante la pérdida de tantas vidas y comparten
el dolor de sus familiares. En tal sentido, expresan su esperanza porque
los esfuerzos de rescate, la ubicación de los desaparecidos y la
atención de las necesidades fundamentales que caracterizan a esta
emergencia, logren el más pronto restablecimiento de la normalidad.
5. Respaldan las recientes declaraciones del Presidente George W. Bush,
en las que, muy acertadamente, aclara que la guerra emprendida no es contra
el Islam, sino contra grupos y fracciones extremistas que proclaman la
violencia como norma de vida.
Los Presidentes están concientes de que estos actos terroristas
han producido un estado de asombro y a la vez de justificada indignación,
así como la intensa activación de sistemas de seguridad.
En consecuencia, los Presidentes de Centroamérica consideran que
esta circunstancia especial que afecta la humanidad, debe ser manejada
de forma tal que permita mantener y aumentar la tolerancia y las buenas
relaciones entre diferentes culturas, religiones, etnias y naciones, señalando
la riqueza de la diversidad humana.
6. Hacen suya la decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas, contenida en la resolución 1368 del 12 de septiembre en
curso, mediante la cual se insta a todos los Estados a que colaboren con
urgencia para someter a la acción de la justicia a los autores,
organizadores y patrocinadores de estos ataques terroristas.
7. De igual forma, nuestros Gobiernos patrocinarán y participarán
en el seno de la OEA en la convocatoria, con carácter de urgente,
a reuniones para dar tratamiento al tema del "Terrorismo como Amenaza
a la Democracia y la Seguridad Hemisférica" y solidarizarnos
con los Estados Unidos de América. Estimamos que esas reuniones
servirán para analizar la actual situación y plantear medidas
específicas de carácter nacional, bilateral y multilateral,
destinadas a disminuir los aspectos de vulnerabilidad que presentan nuestros
países y sociedades ante esta nueva amenaza, así como fortalecer
la capacidad institucional y perfeccionar los mecanismos adecuados para
prevenir, combatir y eliminar el terrorismo.
8. Los Presidentes centroamericanos le exigen a todas aquellas organizaciones
políticas que mantienen relaciones con estructuras terroristas
que las suspendan inmediatamente. Estas relaciones pretenden legitimar
el terrorismo internacional y pueden llevar al uso del territorio centroamericano
como punto de apoyo de acciones terroristas.
9. Para que tengan efecto inmediato dentro y fuera de nuestros países,
tomamos las siguientes medidas:
a. Mejorar y agilizar los mecanismos de intercambio de información
concerniente a posibles actos terroristas, entre sí y con los Estados
Unidos y otras instancias nacionales, regionales y multilaterales.
b. Reforzar la seguridad en las fronteras, puertos y aeropuertos de la
región;
c. Realizar los máximos esfuerzos para el control y vigilancia
de los flujos migratorios a fin de detener cualquier movimiento de personas
vinculadas con el terrorismo.
d. Coordinar acciones para que el territorio centroamericano no sea utilizado
por grupos terroristas de cualquier origen o ideología.
e. Buscar fortalecer la legislación penal para que se tipifique
como delito la asociación con grupos o personas terroristas y que
autorice congelar y eventualmente confiscar recursos financieros de redes
de esas personas o grupos terroristas.
f. Condenar fuertemente cualquier vínculo entre grupos o sectores
de la región centroamericana con el terrorismo internacional.
g. Instar respetuosamente, a los sistemas legislativos y judiciales de
sus respectivos países a fin de que se implementen las normativas
necesarias que permitan juzgar y sancionar estos crímenes de lesa
humanidad, estableciendo mecanismos adecuados para una expedita acción
de extradición y entrega de estos criminales a los Estados que
los requieran.
h. Asegurar la plena vigencia de los instrumentos regionales e internacionales
atinentes a la materia, en particular el Convenio para la Represión
del Apoderamiento Ilícito de Aeronaves de 1963; la Convención
para Prevenir y Sancionar los actos de terrorismo configurados en delitos
contra las personas y la extorsión conexa cuando estos tengan una
trascendencia internacional, de 1971; Convenio para la Represión
de los Actos Ilícitos contra la Seguridad de la Aviación
Civil, de 1971; Convención sobre la Represión y Castigo
de Delitos contra las Personas Internacionalmente Protegidas, inclusive
los Agentes Diplomáticos, de 1973; y la Convención Internacional
contra la Toma de Rehenes de 1979.
10. Las acciones arriba mencionadas deberán ser objeto de implementación
inmediata por medio de instancias regionales, para lo cual los Presidentes
deciden:
a. Convocar a una reunión extraordinaria de la Comisión
de Seguridad de Centroamérica para evaluar opciones de acciones
regionales.
b. Convocar la reunión de los Directores de Policía Nacional
Civil de Centroamérica y las instancias encargadas de los flujos
migratorios en la región.
c. Los Presidentes de los Estados Miembros convocan a la Conferencia de
las Fuerzas Armadas Centroamericanas (CEFAC) para que acuerde poner a
disposición de los Estados Unidos la utilización de su Unidad
Humanitaria y de Rescate.
Los Presidentes reiteran su esperanza en un mundo renovado, signado por
los más altos valores y principios de convivencia civilizada, libre,
democrática y pacífica.
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