- Instituto de Relaciones Internacionales - Anuario 2002 -
Estados Unidos - África
 
Discurso del presidente de los Estados Unidos George W. Bush, en ocasión de la Reunión con representantes de los Estados africanos

EL PRESIDENTE: Muchas gracias por esta cálida bienvenida. Muchos de ustedes viajaron medio mundo para este encuentro, y me siento honrado de estar con ustedes. Quiero agradecerles por venir.

Esta conferencia se retrasó por los eventos del 11 de septiembre, pero nuestro objetivo común no se retrasará ni se negará. Tenemos una oportunidad única para crear lazos de comercio que mejorarán nuestras vidas en ambos continentes. Y estamos aprovechando esa oportunidad.

Aprecio mucho el liderazgo de nuestro Secretario de Estado. Él ha hecho un fabuloso trabajo en juntar una coalición de personas de todo el mundo para pelear contra el terror. Elegí al hombre indicado para este momento de la historia.

Quiero agradecer a los Ministros y Embajadores de las 35 naciones africanas que están representadas aquí. Gracias a todos por venir. Agradezco a los tres miembros de mi Gabinete que están en el escenario con ustedes hoy, quienes representan actividades vinculadas al comercio, la economía y el desarrollo económico, personas que están conmigo en mi compromiso por un mundo más libre y una Africa próspera.

Quiero agradecer al Secretario del Tesoro O'Neil, Secretario de Comercio Evans y al Representante de Comercio de Estados Unidos Zoellick por estar aquí. Gracias a todos por venir.

Agradezco al Administrador de USAID, Andrew Natsios por estar también aquí. Andy, gracias por venir. Y también quiero agradecer a los miembros del Congreso de los Estados Unidos, republicanos y demócratas, quienes han venido a unirse en este importante esfuerzo. Senador Lugar, Congressman Royce, Congressman Levin y Congressman Jefferson, me honra que estén aquí representando la solidaridad de nuestro gobierno en la promoción de lo correcto y responsable para el continente africano.

Y quiero agradecer a los empresarios y miembros de ONGs que están aquí. Y agradecerles por trabajar tan duro a fin de organizar una coalición que permita la aprobación de una de las actas más esperanzadoras que aprobó el Congreso. Aprecio su tiempo, aprecio sus esfuerzos y aprecio su preocupación.

Déjenme comenzar por agradecer a las naciones de Africa por su apoyo después del 11 de septiembre. Estados Unidos no olvidará los mensajes de solidaridad enviados por los Jefes de Estado africanos. Embajadores del Africa Austral entregaron cheques a la Cruz Roja para asistir a los familiares de las víctimas. Un periodista rwandés escribió sus condolencias en el libro de la Embajada de Estados Unidos: "Sentimos y entendemos lo que los norteamericanos deben estar sintiendo. Las fuerzas del mal deben ser combatidas y derrotadas, dondequiera que estén". Esto representa exactamente la firme resolución del pueblo norteamericano. Pelearemos y derrotaremos a las fuerzas del mal dondequiera que estén.

Más de 80 países, incluyendo a Etiopía y Egipto, Ghana y Gambia, Kenia, Nigeria, Sudáfrica, Togo y Zimbabwe, perdieron ciudadanos junto a los norteamericanos, el 11 de septiembre. Estados Unidos está muy agradecido a estos países y a todos los países africanos que se unieron en esta gran coalición contra el terror.

Estamos muy agradecidos por el apoyo político ofrecido por la Organización para la Unidad Africana y por muchas organizaciones regionales de Africa. Agradecemos el respaldo ofrecido por los países africanos, y a las naciones africanas que se comprometieron a atacar el terrorismo financiero.

Estamos orgullosos por la declaración emitida en Dakar, por 28 países africanos, pidiendo a las naciones africanas que ratifiquen la Convención de Argel contra el Terrorismo, de 1999. Yo hablé con el Presidente Wade de Senegal, para agradecerle por su liderazgo en la reunión de Dakar. La Convención de Argel se desarrolló luego del bombardeo a la embajada en 1998, por al Qaeda, en el que murieron 12 americanos y más de 200 africanos, incluyendo musulmanes.

Hoy es muy importante que esta Convención sea ratificada para que las naciones africanas tengan herramientas judiciales, diplomáticas y financieras adicionales a fin de atacar al terrorismo. Y las naciones pueden comenzar por poner estas medidas en su lugar, Estados Unidos buscará maneras de coordinarlo.

En una era de comercio global y terror global, los futuros del mundo desarrollado y subdesarrollado están íntimamente vinculados. Nos beneficiamos del éxito del otro. No somos inmunes al problema del otro. Compartimos las mismas amenazas; y compartimos el mismo objetivo, forjar un futuro de apertura comercial y de libertad.

Los eventos recientes dieron al mundo una elección clara y dramática. Nuestros enemigos, los terroristas y quienes los apoyan, ofrecen una visión limitada y retrógrada. Ellos alimentan el resentimiento, la envidia y el odio. Ellos temen a la creatividad, elección y diversidad humana. Sin poder para construir un mundo mejor, ellos buscan destruir un mundo que los sobrepasa. Y no tendrán éxito.

Nosotros ofrecemos un camino mejor. Cuando las naciones respetan la creatividad y las empresas de su gente, encuentran el progreso económico y social. Cuando las naciones abren sus mercados al mundo, su gente encuentra nuevas formas de generar riqueza. Cuando las naciones aceptan las reglas del mundo moderno, descubren los beneficios del mundo moderno.

Esta visión de progreso no es propia de una nación o de una cultura, pertenece a la humanidad -cada africano, cada musulmán, cada hombre y mujer que quiere hacerlo real. Buenos gobiernos, por supuesto, lucirán diferentes en distintos lugares. Las culturas deben preservar sus valores únicos. Sin embargo, en todos lados -este y oeste, norte y sur- existe un modelo de desarrollo exitoso, una economía de mercado que comercia con el mundo y que respeta los derechos humanos y el estado de derecho. Cada nación que adopta esta visión, encontrará a Estados Unidos como un socio comercial, un inversor, un amigo.

Y es por esta razón que Estado Unidos da la bienvenida y el apoyo a la Nueva Iniciativa Africana, puesta en práctica por los líderes africanos. Para satisfacer esta visión de progreso debemos volver a la paciente tarea de construir un mundo que comercie en libertad.

Ninguna nación en nuestros tiempos ha entrado a la vía rápida del desarrollo sin primero abrir su economía a los mercados mundiales. El Acta de Oportunidad y Crecimiento de Africa es un mapa de cómo Estados Unidos y Africa pueden encontrar el poder de los mercados a fin de mejorar las vidas de sus ciudadanos.

Esta ley tiene apenas un año, pero ya está demostrando gran poder. Durante la primera mitad del año, el comercio total con Africa Subsahariana aumentó cerca de un 17%, comparado con el año anterior. Las importaciones de Estados Unidos de la región exceden los U$S 11.5 billones. Algunos países mostraron un destacable aumento en el comercio. Cuatro países -Senegal, Seychelles, Eritrea y Madagascar- vieron crecer sus exportaciones hacia Estados Unidos en más del 100%.

Detrás de estos números están inversiones en proyectos que están produciendo un impacto real en la vida de las personas. En Kenia, el gobierno proyecta que AGOA cree 150.000 nuevos empleos en los próximos años; en Lesotho, se espera que los sectores textiles inyecten U$S 122 millones en inversiones a la economía del país (cuatro veces la cantidad que recibió este país en concepto de ayuda oficial al desarrollo en 1999).

Necesitamos crear estos éxitos. A lo largo del continente, los gobiernos africanos están reformando sus economías y sus gobiernos, de manera de tomar ventaja de AGOA. Estas naciones están trabajando duro en la lucha contra la corrupción, en mejorar los standards de trabajo y en mejorar los regímenes aduaneros. Estados Unidos trabajará en asociación con las naciones africanas para ayudarlas a construir las instituciones y la experiencia que necesitan a fin de beneficiarse del comercio.

Hoy estoy feliz de anunciar la creación de una ayuda de U$S 200 millones a través de la Corporación de Inversiones Extrajeras Privadas, que dará a las firmas norteamericanas acceso a préstamos, garantías y seguro de riesgos políticos para proyectos de inversión en el Africa Subsahariana.

He pedido a nuestra Agencia de Comercio y Desarrollo que establezca una oficina regional en Johanesburgo, para proveer ayuda a los gobiernos y compañías que busquen liberalizar sus leyes comerciales, mejorar el ambiente de inversión y tomar ventaja del Acta de Libre Comercio entre nuestros continentes.

También lanzo hoy un Programa para el Desarrollo del Comercio y la Empresa Africanos. Con U$S 15 millones como fondo inicial, el programa de comercio establecerá centros regionales para la competitividad internacional que ayudará a que los negocios africanos se beneficien de AGOA, a fin de vender más cantidad de productos en los mercados globales.

Los países reunidos hoy aquí han visto los beneficios del comercio. Y estamos en la obligación de abrir más los mercados a lo largo del mundo entero. Espero que las naciones africanas tengan una voz poderosa para lanzar un nuevo round de charlas sobre comercio global en Doha, a principios del mes próximo. Las políticas económicas y de comercio son esenciales para el crecimiento y el desarrollo, pero no son, por sí solas, suficientes para aprovechar oportunidades de los mercados y del comercio. Las naciones necesitan ciudadanos sanos y educados.

Mi gobierno continúa su fuerte apoyo para que las naciones dediquen más recursos a educación y salud. Continuaremos presionando a los bancos de desarrollo multilaterales para que provean más asistencia en donaciones y no en préstamos. Estamos moviéndonos hacia una iniciativa que anuncié en julio para mejorar la educación básica y el entrenamiento de maestras en Africa. Y Estados Unidos está listo para comprometer más recursos en un nuevo fondo que combata el SIDA y otras enfermedades infecciosas, una vez que dicho fondo demuestre su éxito.

Y por último, como AGOA deja en claro, la libertad económica y la libertad política deben ir de la mano. Las personas que quieren comerciar en libertad, quieren vivir en libertad. Desde Nigeria a Sudáfrica, las naciones africanas han hecho grandes sacrificios hacia la democracia. Las transiciones democráticas de la década pasada significan que la mayoría de los africanos vive hoy en Estados democráticos. Este es el progreso que queremos, y debemos trabajar duro para continuar.

Nuestros tiempos presentan muchos desafíos. Sin embargo, soy optimista sobre nuestro futuro en común. Sé que podemos construir un mundo que crezca en la prosperidad y comercie en libertad. Sé que podemos darle salud y educación a más gente. Sé que podemos derrotar al terror ahora, para que nuestros hijos y nietos puedan crecer en sociedades libres.

Fuera de la pena del 11 de septiembre, veo la oportunidad, la posibilidad de las naciones de fortalecer y repensar sus relaciones. Compartimos más que un enemigo común; compartimos una meta común: expandir nuestros lazos de comercio y cultura, renovar nuestro compromiso hacia el desarrollo y la democracia. Y, juntos, alcanzaremos esa meta.

Que Dios bendiga a América, y que Dios siga bendiciendo a América.