- Instituto de Relaciones Internacionales - Anuario 2002 -
Departamento de África
 

Presentación

Coordinador: Gladys Lechini de Alvarez
Integrantes: Rosalía Bresciani, Magdalena Carrancio, María Julieta Cortes, Romina Gerez.

El capítulo correspondiente al Departamento Africa, se inicia con algunas reflexiones de las Licenciadas Rosalía Bresciani y Romina Gerez sobre aspectos políticos y económicos del continente africano durante el año 2001. A continuación se presentan una serie de documentos y finalmente la cronología de los principales sucesos ocurridos en las regiones de Africa del Norte y Africa Subsahariana, realizadas por las Licenciadas Rosalía Bresciani, María Julieta Cortes y Romina Gerez.

África en el año 2001
Lic. Romina Gerez

El año político 2001 fue para África un año signado por continuidades y rupturas. La creación de la Unión Africana como reemplazo de la Organización de la Unidad Africana fue, sin dudas, un símbolo del evidente progreso en materia de política comunitaria, progreso que necesitará tiempo y forma para materializarse.
El lanzamiento de la Nueva Iniciativa Africana que pretende lograr una síntesis entre el Plan de Renacimiento Africano proporcionado por los presidentes de la República Sudafricana, de Argelia y el Plan Omega propuesto por el presidente de Senegal es también un símbolo de mayor compromiso con el desarrollo.

Pero para hablar de lo acontecido en África durante el año 2001 es necesario hacer referencia a determinados temas de relevancia a la hora de analizar la política africana en general y de cada país en particular.
La eclosión de la democracia en los países africanos se apoya en un entramado social complejo y tendrá efectos contundentes en el desarrollo del continente. Durante el año 2001 se llevaron a cabo elecciones en distintos países de África, algunas manipuladas como en el caso del Chad, Uganda y Sudán y otras con niveles democráticos aceptables como en Benín, Senegal, en el caso de las elecciones presidenciales de Ghana (aún pese a las presiones y amenazas del ex - presidente Rawlings) y municipales del Chad donde el triunfo de la oposición fue un claro signo de la transparencia electoral.

No ocurrió así en Túnez y Guinea Conakry, países donde los presidentes intentaron perpetuarse en el poder materializando la frase de Maquiavelo "el fin justifica los medios", como en el caso de reformas constitucionales. También lo intentó aunque sin los mismos resultados el presidente de Malawi. En Kenia, el anuncio de la retirada de Arop Moi no se condice con lo que sucede en Zimbabwe donde Mugabe defiende su presidencia por todos los medios, desafiando a la comunidad internacional con su actitud de prometer y nunca cumplir. La mayor esperanza era la celebración de elecciones en el año 2002, si el voto fuera libre y justo, ya que Mugabe no tendría chances pero no fueron ni libres ni justas. Marruecos tampoco consiguió plasmar el impulso democrático. En Somalia, el Primer Ministro Ali Khalif Galaid y su gobierno de transición (que controla la mitad de Mogadishu) fue derrotado en las elecciones parlamentarias a pesar de gozar del reconocimiento de Naciones Unidas. Asimismo, la corrupción continuó siendo moneda corriente y la Unión Europea llegó incluso a suspender su ayuda económica a varios regímenes considerados corruptos

En el 2001 ha habido cuatro intentos de golpe de estado en África: en Costa de Marfil, en la República Centroafricana, en Burundi y en la isla secesionista de Anjuan (Comores), todos fallidos. En este sentido, es Sudáfrica quién aparece cada vez más en escena con una política exterior activa de la mano del presidente Mbeki, enviando su "fuerza de protección" para mediar en el acuerdo entre los 19 grupos envueltos en la guerra civil de Burundi -que ya lleva ocho años- y también enviando 100 soldados al Congo para servir como monitores de Naciones Unidas, entre otras acciones encaminadas a perfilar al país como líder en la región.

Por otro lado, no se debe dejar de señalar el progreso que alcanzó la cuestión democrática en el continente plasmándose no solo en las elecciones mencionadas anteriormente sino también en la presencia ante tribunales de políticos acusados de abusos en el ejercicio del poder. Este es el caso de un oficial de la guardia presidencial en Burkina Faso que fue condenado a prisión por el asesinato del periodista Norbert Zongo y un ex ministro de interior tunecino quien fue acusado de tortura ante los tribunales suizos. El proceso contra el antiguo presidente del Chad, Hissene Habre sigue su curso. El general argelino Nezar fue acusado ante tribunales franceses. Dirigentes marfileños están acusados de crímenes contra la humanidad ante los tribunales belgas. El difunto rey de Marruecos, Asan II se vio implicado ante la justicia francesa en el secuestro y posterior asesinato del opositor a su régimen Ben Barka por las declaraciones de un ex agente de seguridad marroquí.

Unido a este tema de la democracia, está la cuestión de los derechos humanos, que también tuvo sus avances y retrocesos. En materia de libertad de prensa y comunicación, en Túnez se llegó a denunciar públicamente la corrupción de la familia del presidente y la falta de libertad del sistema judicial. En Egipto, los intelectuales fueron perseguidos y censurados impunemente los derechos humanos. En Marruecos, el poder judicial confirmó una condena a prisión por haber denunciado la corrupción del ejército. El gobierno de Zimbabwe acosó y aterrorizó a la oposición. No obstante la sociedad civil no dejó de mostrar su disconformidad mediante huelgas y manifestaciones (Marruecos, Argelia) y rebeliones como la de Kabil.
En Sudán, así como en otros países, continúan cometiéndose abusos contra los derechos humanos en las áreas de la esclavitud infantil, niños soldados, niños de la calle, matanzas de inocentes en zonas de conflicto y limpieza étnica en los territorios petrolíferos.

La República Democrática del Congo con el asesinato de Laurent Desiré Kabila logró que el proceso de pacificación de la República Democrática del Congo pactado en Lusaka avanzara con el retiro incipiente de tropas extranjeras, el establecimiento de un diálogo inter congoleño y el comienzo del desarme de las milicias anti-ruandesas.

En relación a la Unión Europea, no se puede dejar de mencionar el éxito del tratado de pesca con Senegal, no así con Marruecos donde la renovación fallida del tratado de pesca ocasionó tensiones importantes. En cuanto a este último, las tensiones permanecen también en el marco del creciente movimiento migratorio y con el conflicto del Sahara Occidental con España.

En tanto al anunciar algunos temas centrales en África no se puede dejar de hacer alusión al tema del SIDA y sus avances y retrocesos en el continente. En cuanto a los primeros, el acceso a medicamentos más baratos por parte de los países pobres constituye un paso adelante; en algunos países, como Uganda, está teniendo éxito el control de la enfermedad pero todavía queda mucho por hacer.

Para finalizar, no pueden dejarse de citar las consecuencias del 11 de septiembre sobre la política del continente africano. Nigeria y Sudán, junto con otros países, sufrieron a partir del 11 de septiembre lo que Huntington denominó en su artículo, un "choque de civilizaciones" o conflicto entre cristianos y musulmanes desencadenando estos hechos en unas jornadas de "diálogo de las civilizaciones" organizadas por la Liga Árabe en el Cairo. En este sentido, se debe destacar la materialización de la tolerancia cultural en el reconocimiento del Bereber como lengua oficial en Argelia, la 17° edición del Festival de cine en Burkina Faso, el primer festival de cine en Marrakech, entre otros acontecimientos artísticos. Pero del otro lado, aparece el fenómeno de la emigración hacia Europa, que si bien se venía dando desde hace tiempo, con los atentados del 11 de septiembre y el fenómeno del terrorismo internacional adquiere nuevas dimensiones


La economía africana en el año 2001
Lic. Rosalía Bresciani

En líneas generales, Africa es un continente con muchos conflictos políticos, una frágil situación social y un bajo crecimiento económico. El SIDA es uno de los problemas más importantes que enfrenta la población africana, y además atenta contra el desarrollo humano en la región. En Botswana y Zimbabwe, por ejemplo, la tasa de adultos infectados excede el 25%. En febrero del año 2001, el Presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, y el Director del Fondo Monetario Internacional, Horst Köher, se reunieron con los Jefes de Estado de Bamako, Malí y Tanzania y llegaron a la conclusión de que sin paz, democracia y gobernabilidad, era imposible reducir la pobreza en el continente. Según el "Informe sobre Desarrollo Africano, 2001" del Banco Africano de Desarrollo, "la gobernabilidad debe construirse sobre tres cuestiones básicas, a saber: Estado efectivo, movilización de la Sociedad Civil y sector privado efectivo. Además, la gobernabilidad es un factor clave a la hora de alcanzar el objetivo del desarrollo sostenible".

Africa ingresa al siglo XXI como el continente más pobre del mundo, en el que, además, uno de cada cinco habitantes vive en un país en guerra. En la región del Africa Subsahariana, el ingreso per cápita es menor al que existía a fines de los años 60', el 40% de la población subsiste con menos de un dólar diario. Los habitantes de la región, casi 650 millones de personas, no tienen acceso ni a la salud ni a la educación. La tasa de analfabetismo es de 31% para los hombres y 48% para las mujeres. De cada 1.000 habitantes de la región, 14 acceden a líneas de teléfono. Las exportaciones representan el 28% del PBI, mientras que las importaciones corresponden al 31% del mismo.

Dada esta complicada situación política, económica y social que no han podido resolver los Estados del continente africano, surgen diversas opciones o alternativas para lograr el objetivo del desarrollo sostenible.
Una de las alternativas hace referencia al hecho de que el incremento de las exportaciones podría lograr un mayor crecimiento económico. Según Robert Sharer, "...el comercio ha sido el motor principal del crecimiento en los países industrializados y en desarrollo de ingreso medio...". Un estudio realizado en agosto del año 2001 por el Fondo Monetario Internacional, considera que un aumento del 10% en el PBI per cápita, implica un incremento de un 1% en la esperanza de vida, así como también la reducción en un 3% de la tasa de la mortalidad infantil. Para esta postura, una posible solución al tema del subdesarrollo, tanto económico como social, en Africa, sería la apertura de los mercados y el consecuente incremento de las exportaciones.

Sin embargo, la actual situación conflictiva del continente, dificulta el logro de tal objetivo en el corto plazo, y además hay otras variables a tener en cuenta, a saber: el alto grado de proteccionismo de los países industrializados, que complica el acceso de los productos africanos a los mercados de los países desarrollados.

Cabe remarcar que los esfuerzos para aumentar el flujo de intercambio comercial con Africa, deben ser realizados por ambas partes, y no solamente por los estados africanos. La mayoría de los países desarrollados tienen políticas comerciales muy restrictivas, aplicando tanto medidas arancelarias como para-arancelarias, especialmente en cuanto a los productos primarios o commodities, que son los que Africa exporta al mundo. Quizás el acceso de Africa a los mercados globales pueda lograrse a través de la Organización Mundial del Comercio (OMC), teniendo en cuenta que los países africanos representan más del 25% de los miembros de dicho organismo; o a través de procesos de integración regional que permitan ejercer algún grado de presión.

Es claro que Africa no necesita sólo ayuda económica y humanitaria, también necesita integrarse para elaborar políticas que favorezcan el desarrollo sostenible. Los países desarrollados, en especial los que pertenecen al G-8, deben tener en cuenta que sin integración y sin un compromiso mutuo, es muy difícil que Africa alcance el objetivo del desarrollo sostenible. Además, el continente africano es una de las prioridades de la agenda de Naciones Unidas. Africa no quiere recibir donaciones para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, quiere ser parte de ese cambio, y hacia allí deben dirigirse todos sus esfuerzos.