Documento Moratinos
Introducción
Este documento ha sido preparado por el Enviado Especial de la UE en el
Proceso de Paz de Oriente Medio, el Embajador Moratinos, y su equipo,
tras haber consultado a las partes israelí y palestina presentes
en Taba en enero de 2001. Pese a que este documento no tiene carácter
oficial, ambas partes lo han reconocido como una descripción fiel
de lo ocurrido en las negociaciones sobre el estatuto final que se celebraron
en Taba. El documento contiene referencias al trabajo realizado en todas
las cuestiones pendientes de resolución, como territorios, Jerusalén,
refugiados, y seguridad, con el fin de llegar a posiciones conjuntas.
Al mismo tiempo, el documento muestra cómo existen divisiones y
diferencias serias entre ambas partes. En este sentido, el documento demuestra
cómo ambas partes han progresado notablemente en su intento de
acomodar los puntos de vista de la otra parte y llegar a una solución.
1. Territorio
Ambas partes se mostraron de acuerdo en que, según la resolución
242 del Consejo de Seguridad (CS) de NNUU, las fronteras del 4 de junio
de 1967 deben servir como base para las fronteras entre Israel y el Estado
de Palestina.
1.1 Cisjordania
Por primera vez, ambas partes presentaron sus propios mapas de Cisjordania.
Los mapas sirvieron como base para la discusión sobre territorios
y asentamientos. La parte israelí presentó dos mapas, sobre
los cuales trabajaría también el lado palestino. La parte
palestina presentó una serie de mapas ilustrados en los que se
detallaba la comprensión que de los intereses israelíes
en Cisjordania tiene dicha parte.
Las negociaciones versaron sobre los distintos aspectos relativos al territorio
(que podrían incluir algunos de los asentamientos), así
como el modo en que las necesidades de las partes podrían verse
acomodadas. Los parámetros de Clinton quedaron establecidos como
una base amplia para las negociaciones. Sin embargo, hubo diferentes interpretaciones
sobre el alcance y significado de los mencionados parámetros. El
lado palestino indicó que había aceptado las propuestas
de Clinton, pero con reservas.
La parte israelí afirmó que las propuestas de Clinton contemplaban
la anexión de bloques de asentamientos.
El lado palestino no se mostró de acuerdo con el argumento de que
los parámetros [de Clinton] incluyeran los asentamientos, y no
aceptó las propuestas de anexión de los mismos. La parte
palestina aseguró que [la anexión israelí de] asentamientos
causaría un daño considerable contra los intereses y derechos
palestinos, particularmente de aquellos palestinos que residan en las
proximidades de áreas que serían anexionadas por Israel.
La parte israelí sostuvo que tiene derecho a mantener la contigüidad
entre sus asentamientos. La parte palestina declaró que las necesidades
palestinas tenían prioridad sobre los asentamientos. Los mapas
israelíes incluían planes para el futuro desarrollo de los
asentamientos de Cisjordania. La parte palestina se mostró en desacuerdo
con el principio de que se permitiera el desarrollo futuro de asentamientos
en Cisjordania. Cualquier crecimiento debería producirse dentro
de Israel.
La parte palestina sostuvo que, dado que Israel mantiene intereses en
territorio palestino, es responsabilidad israelí proponer las modificaciones
de fronteras necesarias. La parte palestina reiteró que dichas
propuestas no deben perjudicar las necesidades e intereses palestinos.
La parte israelí aseguró que no necesita mantener sus asentamientos
en el Valle del río Jordán por motivos de seguridad. Los
mapas propuestos reflejaban esta postura.
Los mapas israelíes estaban basados en una concepción demográfica
de los asentamientos que incorporaría aproximadamente al 80% de
los colonos. La parte israelí dibujó un mapa en el que se
contemplaba la anexión del 6% [de Cisjordania], correspondiente
al máximo contemplado por el Plan Clinton. El mapa palestino contemplaba
[una anexión] del 3,1% en el contexto de un intercambio de territorios.
Ambas partes aceptaron el principio de intercambio de territorios, pese
a que la proporción del mismo era objeto de discusión. Ambas
partes se mostraron de acuerdo a la hora de aceptar que las áreas
bajo soberanía israelí y palestina disfrutarían de
contigüidad. La parte israelí quería que ciertas "ventajas",
tales como la propuesta de un "pasillo de seguridad" para los
israelíes, formasen parte del intercambio de territorios, aún
cuando la propuesta no contemplase la soberanía palestina sobre
las mismas. La parte israelí se adhirió a [la propuesta]
de un intercambio de territorios del 3% como máximo, según
la propuesta Clinton.
Los mapas palestinos partían de un punto de referencia conceptual
similar, enfatizando la importancia de la no anexión de ningún
núcleo de población palestina y la contigüidad entre
Cisjordania y Jerusalén. Ambas cuestiones se fundamentaban en el
principio de intercambio de territorios equiparables en su extensión
y valor, en áreas adyacentes a la frontera con Palestina, y en
la misma zona que las áreas anexionadas por Israel. La parte palestina
sostuvo que los territorios destinados a no permanecer bajo soberanía
palestina, tales como los contenidos en la propuesta israelí de
un "pasillo de seguridad", así como intereses económicos,
no deberían incluirse en los cálculos del intercambio [de
territorios].
La parte palestina sostuvo que la "tierra de nadie" (la zona
de Latrún) es parte de Cisjordania. La parte israelí se
mostró en desacuerdo.
La parte israelí pidió un 2% adicional de territorio en
régimen de arrendamiento, a lo cual la parte palestina respondió
que la cuestión del arrendamiento podría discutirse únicamente
después del establecimiento de un Estado palestino y la transferencia
de territorios bajo soberanía palestina.
1.2 La Franja de Gaza
Ninguna de las dos partes presentó mapas de la Franja de Gaza.
Quedó implícito que la Franja de Gaza quedará bajo
soberanía palestina en su totalidad, aunque aún quedan por
ultimar los detalles. Todos los asentamientos serán evacuados.
La parte palestina sostuvo que [la evaluación] podría tener
lugar en un plazo de 6 meses, un periodo con el que la parte israelí
se mostró en desacuerdo.
1.3 Pasillo de seguridad entre Gaza y Cisjordania
Ambas partes aceptaron que debería existir un pasaje seguro desde
el norte de Gaza (Beit Hanoun) hasta el distrito de Hebrón, y que
Cisjordania y la Franja de Gaza han de quedar territorialmente unidas.
La naturaleza del régimen de gobierno de dicho enlace territorial
y su soberanía fueron cuestiones sobre las que no hubo acuerdo.
2. Jerusalén
2.1 Soberanía
Ambas partes aceptaron en principio la sugerencia de Clinton de que los
barrios árabes queden bajo soberanía palestina y los barrios
judíos queden bajo soberanía israelí. La parte palestina
afirmó que estaba dispuesta a discutir la petición israelí
de mantener la soberanía sobre los asentamientos judíos
construidos en Jerusalén Oriental después de 1967, pero
no sobre Yebel Abu Ghneim y Ras al-Amud. La parte palestina rechaza el
ejercicio de la soberanía israelí sobre los asentamientos
del Área Metropolitana de Jerusalén, principalmente de Ma´ale
Adumim y Givat Ze´ev.
La parte palestina entendió que Israel estaba dispuesto a aceptar
la soberanía palestina sobre los barrios árabes de Jerusalén
Oriental, incluyendo parte de la Ciudad Vieja de Jerusalén. La
parte israelí entendió que los palestinos estaban dispuestos
a aceptar la soberanía israelí sobre el Barrio Judío
de la Ciudad Vieja y parte del Barrio Americano.
La parte palestina entendió que la parte israelí aceptaba
discutir las reclamaciones de propiedad palestina en Jerusalén
Occidental.
2.2 Ciudad Abierta
Ambas partes se pronunciaron a favor del principio de una Ciudad Abierta.
La parte israelí sugirió el establecimiento de una ciudad
abierta cuyos límites geográficos incluyeran la Ciudad Vieja
de Jerusalén, además de una zona definida como la Holy Basin
[5].
La parte palestina se pronunció a favor de una ciudad abierta siempre
que la continuidad y contigüidad de la misma se preservase. Los palestinos
rechazaron la propuesta israelí relativa al alcance geográfico
de la ciudad abierta y manifestaron que el concepto de ciudad abierta
solamente es aceptable si su alcance geográfico incluye los límites
municipales de Jerusalén Este y Oeste en su totalidad.
La parte israelí propuso la idea de establecer un mecanismo de
coordinación diario y propuso diferentes modelos de coordinación
y cooperación municipal (en cuestiones relativas a la infraestructura,
carreteras, electricidad, alcantarillado y recogida de basuras, etc.).
Los acuerdos podrían formularse con más detalle en negociaciones
futuras. La parte israelí propuso un "régimen suavizado
de fronteras" dentro de Jerusalén entre Al-Quds [nombre árabe
de Jerusalén] y Yerushalayim [nombre hebreo] con los privilegios
correspondientes. La parte israelí propuso una serie de acuerdos
por los cuales quedaría garantizado que el acuerdo de Ciudad Abierta
no afectaría negativamente el discurrir de las vidas de los residentes
israelíes y palestinos ni constituiría un problema para
el ejercicio de la soberanía de cada una de las partes sobre su
sección correspondiente de la Ciudad Abierta.
2.3 Capital de dos Estados
La parte israelí aceptó que la Ciudad de Jerusalén
se convertiría en la capital de dos Estados: Yerushalayim como
capital de Israel, y Al-Quds como capital del Estado de Palestina. La
parte palestina expresó una única reserva, esto es: que
Jerusalén Oriental es la capital del Estado de Palestina.
2.4 Los Santos Lugares y la Ciudad Vieja
Hubo un intento de desarrollar un concepto alternativo respecto a la Ciudad
Vieja y sus alrededores. La parte israelí presentó varios
modelos alternativos para ser discutidos, como por ejemplo la puesta en
marcha de un mecanismo de coordinación y cooperación en
la Ciudad Vieja. Se discutió la idea de crear una fuerza especial
de policía, pero no se llegó a ningún acuerdo.
La parte israelí expresó su interés y su preocupación
en relación con el área de la denominada Holy Basin, que
incluye el Cementerio Judío sito en el Monte de los Olivos, la
Ciudad de David, y el Valle de Kivron. La parte palestina confirmó
que estaba dispuesta a tomar en consideración los intereses israelíes
siempre que dichos lugares permaneciesen bajo soberanía palestina.
Otra opción en lo relativo a la Holy Basin, sugerida informalmente
por la parte israelí, consistiría en la creación
de un régimen especial o la internacionalización del área
en cuestión en su totalidad, o la creación de un régimen
conjunto de cooperación y coordinación especial. La parte
palestina no estuvo de acuerdo en discutir estas propuestas, pese a que
la discusión podría continuar [en el futuro].
2.5 Los Santos Lugares: el Muro de las Lamentaciones
Ambas partes aceptaron el principio de control de los Santos Lugares propios
(control religioso y administración). Según este principio,
se reconocería la soberanía israelí sobre el Muro
Occidental, pese a que se seguía disputando la delineación
del área cubierta por dicho Muro y especialmente su vinculación
con lo que en la Propuesta Clinton aparece como el "espacio sagrado
para el judaísmo" del que forma parte.
La parte palestina reconoció que Israel había solicitado
el establecimiento de [su] filiación con las partes sagradas del
Muro Occidental. Aún así, [la parte palestina] sostuvo que
la cuestión del Muro Occidental y/o el Muro de las Lamentaciones
aún no se ha resuelto. [La parte palestina] mantuvo la importancia
de distinguir entre el Muro Occidental y el denominada Muro de las Lamentaciones
que la fe islámica reconoce como el Muro de Buraq.
2.6 La Explanada de las Mezquitas
Ambas partes estuvieron de acuerdo en que la cuestión de la Explanada
de las Mezquitas no se ha resuelto. Sin embargo, ambas partes estuvieron
cerca de aceptar las ideas de Clinton sobre el ejercicio de la soberanía
por parte palestina sobre la Explanada de las Mezquitas, teniendo en cuenta
las reservas expresadas por parte palestina e israelí.
Ambas partes observaron que se había avanzado en la práctica
en cuestiones relativas a la evacuación, la construcción,
y el mantenimiento del orden público en el recinto. Informalmente
se sugirió que la Explanada de las Mezquitas quedase bajo soberanía
internacional de los cincos países [miembros del Consejo de Seguridad],
más Marruecos u otro país islámico, durante un periodo
de tres años, con los palestinos ejerciendo el papel de "guardianes"
o "custodios" durante el mencionado periodo. Al finalizar dicho
periodo, las dos partes podrían llegar a un nuevo acuerdo o podrían
decidir prolongar el acuerdo vigente. A falta de acuerdo, las partes se
dispondrían a poner en práctica las recomendaciones de Clinton.
Ninguna de las dos partes aceptó ni rechazó [explícitamente]
la sugerencia.
3. Refugiados
Se intercambiaron documentos no oficiales, considerados como un buen punto
de partida para el inicio de las conversaciones. Ambas partes afirmaron
que la cuestión de los refugiados palestinos es esencial para el
desarrollo de las relaciones israelo-palestinas, y que es esencial llegar
a una solución justa y completa para crear una paz duradera. Las
dos partes se mostraron de acuerdo a la hora de adoptar una serie de principios
y puntos de referencia que pudieran facilitar un acuerdo [final].
Ambas partes sugirieron que, como punto de partida, las dos partes deberían
acordar que una resolución justa del problema de los refugiados
según se contempla en la Resolución 242 del CS de NNUU debería
conducir a la puesta en práctica de la Resolución 194 de
la AG de NNUU.
3.1 Narrativa histórica
La parte israelí propuso la elaboración de una narrativa
conjunta de la tragedia de los refugiados palestinos. La parte palestina
discutió el discurso propuesto y se produjeron avances significativos,
pese a que finalmente no se llegó a un acuerdo en el intento de
desarrollar una narrativa histórica [conjunta].
3.2 Retorno, repatriación, realojamiento y rehabilitación
Ambas partes discutieron sobre las posibilidades prácticas de resolver
el problema de los refugiados. La parte palestina reiteró que los
refugiados palestinos deberían tener el derecho del retornar a
sus hogares según la interpretación de la Resolución
194 de la AG de NNUU. La parte israelí expresó que su comprensión
de la idea del retorno tal y como está concebida en la Resolución
194 de la AG de NNUU podría ponerse en práctica dentro de
uno de los siguientes programas:
A. Retorno y repatriación
1. A Israel
2. A territorio israelí que forme parte de los acuerdos de intercambio
[de territorios]
3. Al Estado palestino
B. Rehabilitación y realojamiento
1. Rehabilitación [de los refugiados] en el país de acogida
[actual]
2. Realojamiento [de los refugiados] en terceros países
En todos estos programas, la población palestina refugiada en el
Líbano recibiría atención preferencial. La parte
palestina recalcó que todo lo anterior quedaría sujeto al
ejercicio de la libre elección por parte de los refugiados, y no
debería perjudicar el derecho [de los refugiados] a disfrutar de
sus hogares según la interpretación de la Resolución
194 de la AG.
La parte israelí sugirió, informalmente, la puesta en práctica
de un programa de absorción de 15 años de duración
dividido en 3 secciones, plan que fue discutido pero sobre el cual no
hubo ningún acuerdo. No hubo acuerdo en lo relativo a las cifras,
pero sí un documento no oficial en el que se mencionaba la cifra
de 25.000 [refugiados] durante los tres primeros años del programa
(verbalmente se sugirió la cifra de 40.000 para los cinco primeros
años del programa, aunque la cifra no apareció en el documento
citado). La segunda parte era la referida a la absorción de refugiados
palestinos dentro de territorio israelí que habría de ser
transferido bajo soberanía palestina, mientras que la tercera se
refería a la absorción de refugiados en el contexto de un
plan de reunificación familiar.
La parte palestina no presentó cifras concretas, pero declaró
que las negociaciones no podrían iniciarse sin que Israel declarase
explicitase su posicionamiento. [La parte palestina] sostuvo que la aceptación
por parte israelí del retorno de los refugiados no debería
perjudicar el desarrollo de los programas que ya existen dentro de Israel,
como la reunificación familiar.
3.3 Compensación
Ambas partes acordaron establecer una Comisión Internacional y
un Fondo Internacional como mecanismo para tratar todos los aspectos relativos
a las compensaciones. Ambas partes acordaron que los refugiados recibirían
"pequeñas" compensaciones por medio de un procedimiento
"de vía rápida" y que las reclamaciones por pérdidas
de propiedades que no sobrepasasen ciertas cantidades serían sometidas
también al procedimiento de "vía rápida".
Hubo también cierto progreso en la cuestión de las compensaciones
israelíes por pérdidas materiales y expropiación
de bienes y tierras, incluido un acuerdo sobre el pago por parte israelí
de una suma determinada destinada al Fondo Internacional. Según
la parte israelí, el cálculo de dicha suma debería
estar basado en una encuesta macro-económica que evaluase [el valor
de] los bienes. Sin embargo, la parte palestina afirmó que tal
suma debería calcularse en función de los registros de NNUU,
del Custodio de Propietarios Ausentes, y de otros datos relevantes para
poder conocer su valor real tras ser multiplicado.
3.4 UNRWA
Ambas partes acordaron que la UNRWA debería desaparecer progresivamente
en un periodo de 5 años. La parte palestina añadió
un posible ajuste al mencionado periodo para asegurarse de que [la desaparición
de la UNRWA] estará condicionada a la puesta en práctica
de todos los demás aspectos del acuerdo relativos a los refugiados,
así como con la desaparición del estatuto de refugiado palestino
en los diversos lugares [en los que se encuentren].
3.5 Refugiados judíos
La parte israelí solicitó que se reconozca la cuestión
de la compensación de los antiguos refugiados judíos procedentes
de países árabes, al tiempo que aceptó que no era
responsabilidad palestina ni una cuestión bilateral. La parte palestina
sostuvo que ésta no es una cuestión para ser tratada en
un acuerdo bilateral palestino-israelí.
3.6 Restitución
La parte palestina introdujo la cuestión de la devolución
de las propiedades de los refugiados. La parte israelí la rechazó.
3.7 Fin de las reclamaciones
Se discutió la cuestión del fin de las reclamaciones y se
sugirió que la puesta en práctica de los [futuros] acuerdos
se interpretaría como la puesta en práctica de la Resolución
194 de la AG y que, en consecuencia, se pondría fin a cualquier
reclamación futura.
4. Seguridad
4.1 Puestos de vigilancia
La parte israelí solicitó la posibilidad de establecer tres
puestos de vigilancia en territorio palestino. La parte palestina se mostró
dispuesta a aceptar el mantenimiento de las operaciones de los puestos
avanzados pero bajo ciertas condiciones. Los mecanismos [de funcionamiento]
habrían de conocerse en negociaciones futuras.
4.2 Capacidad militar del Estado de Palestina
La parte israelí sostuvo que Palestina debería ser un Estado
no militarizado, según la propuesta Clinton. La parte palestina
se mostró dispuesta a aceptar una limitación en el proceso
de adquisición de armamento y definirse como un Estado con armamento
limitado. Ambas partes aún no se han puesto de acuerdo sobre el
alcance de la limitación armamentística, pero ya han comenzado
a explorar las diferentes opciones que se les presentan. Ambas partes
estuvieron de acuerdo en afirmar que este asunto sigue pendiente [de ser
solucionado].
4.3 Control del espacio aéreo
Ambas partes reconocieron que el Estado de Palestina tendría soberanía
sobre su espacio aéreo. La parte israelí se mostró
de acuerdo a la hora de aceptar y cumplir con el derecho de aviación
civil palestino según está dispuesto en la normativa internacional,
pero se mostró a favor del establecimiento de un sistema de control
aéreo unificado que supere al [actual] sistema de control israelí.
Además, Israel solicitó el acceso al espacio aéreo
palestino para el desarrollo de operaciones militares y entrenamiento
militar.
La parte palestina se mostró interesada en explorar posibles modelos
de cooperación y coordinación en la esfera de la aviación
civil, pero no se mostró dispuesta a ceder el control [del espacio
aéreo] a Israel. En lo relativo a las operaciones militares israelíes
y el entrenamiento [militar] en el espacio aéreo palestino, la
parte palestina rechazó la petición por ser inconsistente
con la neutralidad del Estado de Palestina, afirmando que no puede ofrecer
estos privilegios a Israel al tiempo que se los niega a sus vecinos árabes.
4.4 Calendario para la retirada de Cisjordania y el Valle del Jordán
Basándose en la propuesta Clinton, la parte israelí consintió
en retirarse de Cisjordania en un periodo de 36 meses [3 años],
con un periodo adicional de otros 36 meses [3 años] en el caso
del Valle del Jordán, con la presencia de efectivos internacionales,
al tiempo que sostuvo que la retirada del Valle del Jordán era
diferente a la de cualquier otro lugar.
La parte palestina rechazó el proceso de retirada de Cisjordania
a lo largo de 36 meses, argumentando que un proceso tan lago exacerbaría
las tensiones entre israelíes y palestinos. La parte palestina
propuso un periodo de retirada de 18 meses bajo la supervisión
de fuerzas internacionales. Respecto al Valle del Jordán, la parte
palestina se mostró dispuesta a considerar una retirada de las
fuerzas armadas israelíes durante un periodo adicional de 10 meses.
Pese a que la parte palestina se mostró dispuesta a considerar
la presencia de una fuerza internacional en Cisjordania durante un periodo
mayor de tiempo, se negó a aceptar la presencia permanente de fuerzas
israelíes.
4.5 Puestos de emergencia
La parte israelí solicitó mantener cinco puestos de emergencia
en territorio palestino (en el Valle del Jordán), petición
que fue respondida por parte palestina con la presencia condicionada de
un máximo de dos puestos de emergencia por un tiempo limitado.
Además, la parte palestina estimó que estos dos puestos
de emergencia deberían ser mantenidos por fuerzas internacionales
y no por Israel. Informalmente, la parte israelí expresó
su voluntad de buscar vías para que la presencia de una fuerza
internacional pudiera responder a las preocupaciones de ambas partes.
La parte palestina declinó acceder al despliegue del Ejército
israelí sobre territorio palestino en situaciones de emergencia,
pero se mostró dispuesta a considerar la posibilidad de que un
contingente internacional actuase en tal capacidad, particularmente dentro
del contexto de los esfuerzos de cooperación a escala regional.
4.6 Cooperación en materia de seguridad y lucha contra el terrorismo
Ambas partes se mostraron dispuestas a promover la seguridad y a luchar
contra el terrorismo.
4.7 Fronteras internacionales
La parte palestina se mostró convencida de que los acuerdos reconocerán
la soberanía palestina sobre las fronteras y los puestos fronterizos
internacionales. Sin embargo, ambas partes aún no habían
resuelto esta cuestión, incluyendo la cuestión de los procedimiento
de vigilancia e identificación en las fronteras internacionales
de Palestina (posible presencia israelí o internacional)."
Fuente: Ha´aretz
Traducción: CSCAweb
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