Cumbre y visita del Presidente ruso
Declaraciones comunes sobre:
· Afganistán
· Las relaciones bilaterales
· La lucha contra el tráfico de narcóticos
· El bioterrorismo
· El Próximo Oriente
Declaración común del presidente George Bush y del presidente
Vladimir Putin sobre Afganistán
Expresamos nuestro sostén al pueblo afgano en sus trabajos para
instaurar un gobierno capaz de restablecer la paz y la estabilidad en
Afganistán, cerrar los campos de terroristas y poner fin al rol
de base que juega el país para los terroristas extranjeros. Estamos
convencidos que un nuevo gobierno afgano deberá adherir a los principios
del derecho internacional, respetar los derechos del Hombre, y comprender
aquellos de las mujeres y sus hijos, facilitar la distribución
de la ayuda para hacer frente a la crisis humanitaria actual y reconstruir
sobre el plan económico de Afganistán y de la región.
Los Estados Unidos y Rusia no tienen la intención de crear un futuro
gobierno de Afganistán. Los afganos mismos deben decidir su futuro.
Estamos convencidos que, para que el gobierno pueda restablecer la paz
en Afganistán y favorecer la estabilidad en la región, es
necesario un gobierno que represente a todos los afganos, tanto hombres
como mujeres, y que esté compuesto por representantes de todos
los grupos étnicos. Estimamos que los talibán, en tanto
movimiento, no debe tener ningún lugar en los futuros órganos
del Estado afgano.
Observamos con satisfacción el nombramiento del Sr. Lakhdar Brahimi
como Representante especial del Secretario general de las Naciones Unidas
para Afganistán y expresamos nuestro sostén a los esfuerzos
que despliega en restablecer la paz y la estabilidad en Afganistán
y en la región.
Declaración común de los presidentes George Bush y Valimir
Putin sobre las nuevas relaciones entre los Estados Unidos y Rusia
Nuestros dos países han establecido nuevas relaciones para el
siglo XXI, fundadas en el compromiso con los valores de la democracia,
de los mercados libres y del Estado de derecho. Los Estados Unidos y Rusia
han superado el clima de la guerra fría. Ninguno de los dos considera
al otro como un enemigo o una amenaza.
Conscientes de nuestro rol para contribuir a la seguridad internacional,
estamos resueltos a trabajar en conjunto, así como nuestras naciones
y con organizaciones internacionales, como las Naciones Unidas, para promover
la seguridad, el bienestar económico y un mundo libre, pacífico
y próspero.
Afirmamos nuestra determinación a combatir las amenazas a la paz
del siglo XXI. Entre ellas figura el terrorismo, donde su horror se ha
demostrado en los hechos destructivos e inéditos del pasado 11
de septiembre, la proliferación de las armas de destrucción
masiva, el nacionalismo militante, la intolerancia étnica y religiosa
y la inestabilidad regional. Estas amenazas ponen en peligro la seguridad
de los dos países y del mundo en general. Si logramos vencer estos
desafíos, podremos crear un nuevo marco estratégico para
asegurar la seguridad mutua de Estados Unidos y de Rusia, así como
de la comunidad mundial.
Estamos de acuerdo de que los niveles actuales de nuestras fuerzas nucleares
no reflejan más las realidades estratégicas de los tiempos
actuales. En consecuencia, confirmamos nuestros compromisos respectivos
de aplicar reducciones sustanciales de armas ofensivas estratégicas.
En lo que concierne a la defensa estratégica y al Tratado ABM,
estamos convencidos, teniendo en cuenta el clima cambiante en materia
de seguridad mundial, de continuar las consultas en el marco general de
nuestras nuevas relaciones estratégicas. Sobre las cuestiones de
no proliferación, reafirmamos nuestro compromiso común a
favor de las Convenciones sobre armas biológicas y químicas,
y sostenemos los esfuerzos en vistas de reforzar el Tratado de no proliferación
nuclear. Las dos Partes piensan que es conveniente mejorar la protección
física y la compatibilidad en materia nuclear de todos los Estados
en posesión de ella, y de impedir el tráfico nuclear ilícito.
Preconizamos la constitución de una comunidad Europea-Atlántica
entera, libre y en paz, sin exclusiones y respetando la independencia,
la soberanía y la integridad territorial de todas las naciones.
A este fin los Estados Unidos y Rusia acordaron, en colaboración
con la OTAN y otros miembros de la OTAN, en mejorar, reforzar e intensificar
las relaciones entre OTAN y Rusia, en vistas a desarrollar mecanismos
nuevos y eficaces de consulta, de cooperación, de decisión
conjunta y de acción conjunta/coordinada. Pensamos que estos mecanismos
deberían reflejar el hecho de que los miembros de la OTAN y Rusia
están cada vez más unidos contras el terrorismo, la inestabilidad
regional y otras amenazas contemporáneas, y que las relaciones
entre OTAN-Rusia deberían evolucionar en consecuencia. Nos ocuparemos
igualmente en reforzar nuestra cooperación en el seno de la OSCE,
organización largamente representativa para consultas, toma de
decisiones y trabajo conjunto en la región.
Reconocemos que una economía de mercado, la libertad de elección
económica y una sociedad democrática abierta son los medios
más eficaces para asegurar el bienestar de nuestros conciudadanos.
Los Estados Unidos y Rusia cooperarán, principalmente gracias a
los contactos directos entre los ministros de asuntos exteriores de ambos
países, a fin de realizar progresos en las relaciones americano-rusas
en materia de economía, comercio e inversiones. Para arribar a
esos objetivos hace falta suprimir ciertas barreras legislativas y administrativas,
instaurar un ambiente de transparencia y seguridad en materia de inversiones,
así como el Estado de derecho, y realizar reformas económicas
fundadas sobre las leyes del mercado. Con este objetivo, es importante
reducir los componentes burocráticos presentes en la economía
y combatir el crimen económico y la corrupción.
Reafirmamos nuestro compromiso con los valores comunes de los Estados
Unidos y Rusia que continuarán operando en forma conjunta para
proteger y promover los derechos del Hombre, la tolerancia, la libertad
religiosa, la libertad de expresión y la independencia de los medios,
el desarrollo económico y el Estado de derecho. Conforme a estos
compromisos, nos alegramos de la iniciativa de los responsables de los
medios y de las organizaciones independientes de ambos países de
organizar un Diálogo ruso-americano sobre el espíritu de
empresa en los medios. Nos proponemos promover e intensificar los intercambios
bilaterales de manera de desarrollar la comprensión mutua entre
los pueblos americano y ruso. Nos comprometemos a defender los principios
y valores que representan lo mejor de las tradiciones de nuestros dos
países, así como cooperar para concretarlos y mantenerlos
en el futuro.
Declaración común de los presidentes George W. Bush y
Vladimir Putin sobre las nuevas relaciones económicas entre los
Estados Unidos y Rusia
Confirmamos nuestra determinación a introducir una nueva dinámica
en la interdependencia económica americano-rusa. Nos proponemos
utilizar los instrumentos del comercio mundial a fin de mejorar los contactos
entre nuestros pueblos, aumentar su prosperidad y consolidar mejor la
integración de Rusia en la economía mundial.
Nos comprometemos a crear las condiciones que desarrollarán nuestras
relaciones en materia de comercio e inversiones y ayudaremos a Rusia a
realizar su potencial económico, a lograr su plena integración
a un primer plano de la economía mundial. Rusia tendrá un
rol para jugar en el presente siglo como motor del crecimiento mundial
y como centro de un pensamiento innovador.
Trabajaremos en conjunto para reforzar la confianza en los intercambios
e inversiones entre nuestros dos países. Un importante elemento
de esta actividad es la integración de Rusia en el sistema comercial
mundial fundado en las reglas de la OMC. Confirmamos nuestro compromiso
y acordamos prioridad a los trabajos en común para acelerar las
negociaciones de adhesión de Rusia a la OMC, sobre la base de condiciones
standard.
Subrayamos nuestro acuerdo en combatir el lavado de dinero y la financiación
del terrorismo.
Conforme a nuestro sostén al rol de los acuerdos de asuntos americanos
y rusos en la promoción de nuestras relaciones comerciales, destacamos
el éxito de la visita a Rusia de una delegación de hombres
de negocios americanos conducida por el secretario de Estado americano
de Comercio, Doanld Evans. Nos alegramos igualmente de los progresos realizados
actualmente por la Comisión de asuntos ruso-americanos. Esperamos
con impaciencia la presentación a principios de 2002 de sus recomendaciones
iniciales a nuestros dos gobiernos. Impulsamos a continuar identificando
lo relativo a las leyes y reglamentos que traban el comercio y las inversiones,
a identificar nuevas oportunidades comerciales, a reforzar el Estado de
derecho, e incorporar nuevos participantes en los intercambios entre nuestros
dos países.
Notamos el gran progreso realizado en el refuerzo de nuestras relaciones
económicas como consecuencia de nuestro reencuentro en Genes. El
primer ejemplo es el acuerdo y la puesta en funcionamiento del Consorcio
de Oleoductos del mar Caspio, que en este momento es la mayor inversión
común americano-rusa. El segundo es la reciente etapa en el proyecto
de petróleo y gas de Sajalín, que abre el camino al principal
proyecto de inversión privado en Rusia, representando 12 millones
de dólares de inversión de capital previsto en la región
y la creación de 10.000 empleos. Declaramos sostener otros proyectos
de inversiones rusas-americanas en diferentes dominios y, sobre todo,
en materia de alta tecnología. A fin de asegurar la participación
de representantes americanos en los proyectos de inversiones en el extremo
oriental de Rusia, los Estados Unidos tienen a intención de presentar
oficialmente una resolución en vías de abrir en Iounjo-Sajalín
una rama de nuestro consulado general en Valdivostok.
Agradecemos los esfuerzos renovados de la Banca import-export, de la Sociedad
de inversiones privadas en el exterior y de la Agencia para el comercio
y el desarrollo de Estados Unidos tendientes a facilitar al comercio y
las inversiones bilaterales, los medios de financiamiento para sus proyectos,
y los estudios de seguridad y evaluación de proyectos, así
como nos alegramos de su intención de ampliar el financiamiento
en beneficio de nuestras crecientes relaciones económicas.
Las pequeñas y medianas empresas son importantes para el crecimiento
de nuestras dos economías.
Estamos atentos al ambiente fiscal, legal, reglamentario y de financiación
necesarios para la expansión de este tipo de empresas. Con el refuerzo
de las bases del Estado de derecho y de la economía de libre mercado
en Rusia, se desarrollarán las pequeñas y medianas empresas.
Los Estados Unidos aumentarán el financiamiento de ciertos programas,
tales como fondos para las pequeñas empresas en Rusia y de la Banca
europea para la reconstrucción y el desarrollo, a fin de lograr
financiamiento y asistencia a los jefes de empresas rusas y de sostener
a las instituciones financieras rusas capaces de realizar su financiamiento
de manera independiente y acceder a estos programas.
Un sector bancario estable, transparente y concurrente es esencial para
un crecimiento económico durable. Con este fin favorecemos el compromiso
de un diálogo público-privado entre bancos, empresas, instituciones
financieras y autoridades financieras para identificar las acciones susceptibles
de promover el crecimiento del sector bancario en Rusia respondiendo a
las bases de una economía de mercado libre y moderno. Sostenemos
firmemente el principio de no-discriminación en nuestra cooperación
en el seno del sector bancario.
Reafirmamos nuestra determinación en la búsqueda de soluciones
prácticas y obtener resultados mensurables para enfrentar los problemas
más difíciles.
Declaración común de los presidentes George Bush y Valdimir
Putin sobre la cooperación en materia de lucha contra el tráfico
ilegal de estupefacientes
Sostenemos que el tráfico ilegal de estupefacientes es una seria
amenaza para la salud y el bienestar de los individuos y para la seguridad
internacional en su conjunto. El comercio de drogas es una de las principales
fuentes de financiamiento del terrorismo internacional.
Estados Unidos y Rusia se comprometen a intensificar la cooperación
simultánea en forma bilateral y en el marco de las organizaciones
e instituciones internacionales, a fin de combatir esta amenaza común.
Reafirmamos el rol mayor de las Naciones Unidas en el refuerzo de la cooperación
antidrogas al nivel mundial y reafirmamos la intención de nuestros
dos países de continuar los esfuerzos en vías de aplicar
las decisiones de la 20° sesión especial de la Asamblea General
de las Naciones Unidas sobre el problema de la droga. Al mismo tiempo
nos comprometemos a continuar y desarrollar nuestra cooperación
antidrogas a nivel regional en los países de Asia Central.
Subrayamos que es importante poner en práctica, en la medida de
lo posible, los mecanismos de la Convención de las Naciones Unidas
contra el crimen transnacional organizado.
Intensificaremos los esfuerzos del Grupo de trabajo ruso-americano sobre
la aplicación de leyes, principalmente las relativas a la lucha
contra el tráfico ilegal de estupefacientes y al lavado de dinero
de las organizaciones criminales. Pensamos que la rápida entrada
en vigor del Tratado judicial en materia criminal entre la Federación
de Rusia y los Estados Unidos firmado en Moscú el 17 de junio 1999,
favorecerá el desarrollo de la cooperación bilateral y la
coordinación de esfuerzos contra el crimen organizado transnacional
y el tráfico de estupefacientes.
Estamos convencidos que la extensión de la búsqueda de los
dominios de cooperación extendida entre los Estados Unidos y Rusia
podrá fin más eficazmente al tráfico ilegal de estupefacientes
y permitirá prevenir y tratar la toxicomanía.
Declaración común de los presidentes George W. Bush y
Valdimir Putin sobre la cooperación contra el bioterrorismo
En Shanghai hemos decidido intensificar la cooperación en materia
de lucha contra las nuevas amenazas terroristas, principalmente aquellas
ligadas al empleo de armas de destrucción masiva.
En el marco de nuestra cooperación para combatir la amenaza del
uso de materias biológicas con fines terroristas, los oficiales
y expertos de Estados Unidos y de Rusia estudiaron en conjunto los medios
de luchar contra la amenaza del bioterrorismo, que concierne actualmente
a todas las naciones, así como las medidas sanitarias apropiadas,
principalmente preventivas, de tratamientos adoptados y la gestión
eventual de sus consecuencias. Continuaremos ocupándonos de mejorar
la seguridad de los materiales, instalaciones, conocimientos y tecnologías
que puedan ser explotadas por los bioterroristas. Confirmamos nuestra
firme adhesión a la Convención de 1972 sobre la prohibición
de fabricación y de depósito de armas bacteriológicas
(biológicas) y toxinas y su destrucción.
Hemos demandado a todos nuestros oficiales y expertos que trabajan en
estas cuestiones, que intensifiquen su cooperación y consulten
sobre el refuerzo de los esfuerzos internacionales en la materia.
Declaración conjunta sobre el Próximo Oriente
Expresamos nuestra profunda preocupación por la situación
en Próximo Oriente, que entrañó grandes sufrimientos
para palestinos e israelíes durante el año pasado. Deseamos
que cesen la violencia y el terror.
Estados Unidos y Rusia, en tanto co-garantes del proceso de paz en Próximo
Oriente, exhortan a los dirigentes de Israel y la Autoridad Palestina
a tomar medidas urgentes para atenuar la tensión, así como
abstenerse de emprender acciones contra la otra Parte y a reiniciar el
diálogo a alto nivel político. Es igualmente necesario progresar
sin tardanza en la aplicación del plan Tenet y de las recomendaciones
del plan Mitchell: poner un término a la violencia, instaurar una
cooperación estable en materia de seguridad, aplicar las medidas
de confianza y retomar la ruta de importantes procesos de negociación.
Nuestras dos naciones, en concierto con otras partes involucradas, redoblarán
sus esfuerzos para facilitar un pronto reglamento de la crisis en la región
y reemprender las negociaciones sobre todos los frentes -palestino, sirio
y libanés- en vías de alcanzar un reglamento global para
Próximo Oriente, fundado en los principios de Madrid, las resoluciones
242 y 338 del Consejo de Seguridad de la ONU y en los acuerdos existentes.
|