- Instituto de Relaciones Internacionales - Anuario 2002 -
Armenia - Belarús - Kazakhstán - Kirguizstán - Rusia - Tadjikistán
Ereván, Armenia, 25 de mayo 2001

Cumbre de Jefes de Estado

Declaración de Ereván

Nosotros, jefes de Estados participantes del Tratado de seguridad colectiva, afirmamos nuestra determinación de contribuir a la formación de un orden internacional multipolar, equitativo y democrático, fundado en el respeto a la Carta de las Naciones Unidas y con las normas del derecho internacional.

Somos favorables al refuerzo del rol de las Naciones Unidas en tanto mecanismo esencial de mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. Estamos resueltos a obrar en favor de la paz, de la estabilidad global y de un desarrollo económico común.

Reafirmamos nuestro compromiso con los objetivos de reforzar la seguridad internacional y la estabilidad estratégica sobre la base de los acuerdos y tratados existentes de reducción y limitación de armamentos.
Nos declaramos gravemente preocupados por los nuevos desafíos lanzados contra la seguridad global y regional, en primer lugar por la amenaza creciente que constituyen el terrorismo internacional y el extremismo, cuyo carácter transfronterizo y coordinado es claramente marcado.

El terrorismo y el extremismo están relacionados con el crimen organizado, el tráfico de estupefacientes y de armas; ellos perturban el desarrollo de procesos democráticos y atentan contra los derechos y libertades fundamentales del Hombre.

Mediante la persecución de objetivos ambiciosos que comprenden la toma del poder por medios ilegítimos, los grupos terroristas y extremistas aspiran en diferentes países y regiones a desestabilizar y agravar al máximo su situación sin evitar provocar derramamiento de sangre y producir numerosas víctimas.

Continuaremos comprometiendo firmemente y conjuntamente nuestras voluntades para llevar la paz y la calma a Asia central. En este contexto, tomamos nota de la importancia que reviste la formación, por los Estados parte del Tratado de seguridad colectiva, de Fuerzas colectivas de desplazamiento rápido, y enunciamos nuestra intención de tratar esta cuestión de inmediato.

Afirmamos que nuestros Estados están resueltos a continuar el refuerzo de la cooperación bilateral y multilateral en nuestros departamentos de política exterior, nuestras fuerzas del orden y nuestros servicios especiales y a armonizar nuestras legislaciones nacionales en materia de lucha contra el terrorismo y el extremismo. A la acción dirigida contra estos fenómenos incorporaremos medidas destinadas a mejorar la base social, especialmente a asegurar un desarrollo económico sustentable y satisfacer las bases socio-culturales de las poblaciones.

La lucha activa de los estados parte del Tratado de seguridad colectiva contra el terrorismo y el extremismo constituye un factor importante de la seguridad y estabilidad regionales. Apelamos a todos los Estados a cooperar en vistas a este objetivo común.

Reafirmamos que nuestros países están prestos a cooperar con la comunidad internacional en vistas a neutralizar el foco de tensión que constituye Afganistán y contribuir por todos los medios a un reglamento político del conflicto afgano, bajo la égida de las Naciones Unidas. Invitamos a todos los Estados a poner en marcha las disposiciones de la resolución 1333 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de fecha 19 de diciembre 2000.

Estamos convencidos que los esfuerzos que desarrollen los Estados en materia de lucha contra el terrorismo y el extremismo, basados en su totalidad en las disposiciones de las convenciones antiterroristas y de otras normas del derecho internacional, serán sostenidos por los integrantes de la CEI y por el conjunto de la comunidad mundial.

Reafirmamos que la acción conjunta de los Estados parte del Tratado de seguridad colectiva no está dirigida contra otros países y reviste carácter abierto y transparente.