Departamento de Relaciones Económicas Internacionales Coordinador: Miembros: Celina De Juan Pedro Brandi Natalia Bohorquez Presentación Panorama Económico Internacional La recuperación de la economía mundial de su mayor recesión
en décadas alcanza progresivamente a una cantidad más grande de países,
si bien es evidente que el crecimiento no es homogéneo. En 2010 el
Producto mundial se expandió 4,9%, por encima del promedio observado
en el período 1998-2007, esto es, los diez años que precedieron a
la crisis. Sin embargo, en el mundo desarrollado el PIB todavía no recuperó
los niveles pre-crisis, estando por debajo del PIB potencial. El impacto
de la crisis en los países industrializados también se hizo sentir
sobre La economía estadounidense creció 2,9% en 2010, recuperándose
de la caída observada en 2009. En cambio, el PIB de De la misma manera, la economía japonesa creció 4%, por lo
cual tampoco recuperó el terreno perdido en 2009, dado que en dicho
año la contracción había sido de 6,3% (ver gráfico 1). El mundo en desarrollo, que evitaron la recesión en 2009,
retomaron las altas tasas de crecimiento en 2010, con una expansión
de 7%, casi tres veces la tasa observada en los países desarrollados.
Al igual que en los años anteriores, China e India fueron las economías
más dinámicas, dado que sus PIB se expandieron 10,3% Gráfico 1: Evolución del PIB
(en %)
Fuente: FMI (2011) Los desbalances mundiales continúan, aunque a menores niveles
a los observados antes de la crisis, manifestándose en una acelerada
acumulación de reservas en el mundo en desarrollo, en especial en
Asia. La falta de un reequilibrio en la demanda agregada, especialmente
entre grandes economías desarrolladas con déficit (como los Estados
Unidos) y economías en desarrollo con superávit es una de las principales
preocupaciones en torno a la sostenibilidad de la recuperación de
la economía mundial en los próximos años (FMI, 2011). El principal desafío
en los países desarrollados continúa siendo la consolidación de sus
economías logrando, al mismo tiempo, mejorar la situación patrimonial
del sector público, hogares y sector financiero. Con la excepción
de Estados Unidos y Japón, las economías desarrolladas están ajustando
sus finanzas públicas en 2011. En la zona del euro se esperan caídas
en los déficits de 1,5 puntos porcentuales en 2011 y 2,5 puntos porcentuales
en los próximos cinco años (FMI, 2011). En contraposición
a lo ocurrido en Europa, a fines
de 2010 el gobierno de los Estados Unidos aprobó un programa de estímulo
de 1% del PIB para 2011-12 y en Japón se pospuso el ajuste fiscal
luego del terremoto. Comercio mundial De acuerdo a El comercio ha sido más dinámico en el mundo en desarrollo.
Mientras las exportaciones, en términos de cantidades, crecieron en
estos países un 17%, en el mundo desarrollado el ritmo de expansión
fue de 13%. La diferencia fue aún mayor cuando se consideran las cantidades
importadas, dado que en el primer caso el aumento fue del 11% frente
a un 18% en los países en desarrollo. Por su parte, el
comercio mundial de servicios se expandió un 8% en 2010 que, si bien
es menor a lo observado para el caso de los bienes, hay que tener
en cuenta que también había mostrado una contracción menor en 2009.
En el período 2005-2010, el crecimiento tanto del comercio de bienes
como de servicios, medidos ambos en millones de dólares ha sido del
8% promedio anual. Cuadro 1: Comercio mundial de bienes y servicios
Como resultado del incremento en los precios de
las commodities y la depreciación del dólar (que alcanzó en 2010 un
3,5% promedio frente a las monedas más importantes), el aumento del
comercio mundial en dólares durante 2010 fue mayor al incremento en
términos de cantidades. De esta manera, en términos nominales, las
exportaciones mundiales de mercancías crecieron 22%, pasando de 12,5
en El gráfico 2 muestra la evolución del comercio para distintas
regiones del mundo en 2010 en relación al año anterior. Entre los
países desarrollados, Japón fue el que mostró el mayor dinamismo,
más que nada del lado de las exportaciones. En el otro extremo, En el mundo en desarrollo se destaca el crecimiento de las
exportaciones de China y de Oriente Medio, en este último caso de
la mano de la recuperación de los precios del petróleo. Por otra parte,
las importaciones de China y América Central y del Sur mostraron un
dinamismo muy superior al del promedio mundial, más que nada en el
primer caso, donde crecieron un 39%. Gráfico 2: Evolución
del comercio por regiones 2010 Variación en
relación a 2009 (en %)
Fuente: WTO (2011). Si bien en general los déficits comerciales de los países
desarrollados aumentaron en 2010, las brechas son inferiores a las
observadas con anterioridad a Perspectivas para la economía mundial De acuerdo a las proyecciones
de Por otro lado, se espera
que la recuperación en los países desarrollados se fortalezca en los
próximos meses, si bien hay una preocupación por las consecuencias
de largo plazo que ha dejado la crisis, en especial por el surgimiento
de desequilibrios fiscales, difícilmente sostenibles, así como también
por el efecto negativo sobre las perspectivas de crecimiento de largo
plazo que ha dejado la crisis mundial (OECD, 2011). Las proyecciones de La economía japonesa, por el contrario, sufriría una contracción de 0,6%
en 2011, principalmente como consecuencia del impacto del terremoto.
La recuperación sería lenta dado que, con un crecimiento de 2% en
2012, aún no alcanzaría el nivel de actividad observado en 2010. Cuadro 2: Proyecciones macroeconómicas
para países de
El PIB de los países en desarrollo, por su parte, crecería en promedio
a tasas de 6,6% y 6,4% en 2011 y 2012, respectivamente, más del doble
de lo que crecerían los países de Uno de los desafíos más grandes
en los países desarrollados consistirá en volver a los niveles de
Deuda Pública/PIB previos a la crisis mundial. Para alcanzar dicho
objetivo, en el ámbito de los países de la OECD, la mejora en el resultado
fiscal primario (esto es, antes del pago de los intereses de la deuda
pública), en relación al nivel observado en 2010, debería ser de 13
puntos porcentuales del PIB para lograr el objetivo en el año 2026
(OECD, 2011). Esto implica un gran esfuerzo desde el punto de vista
fiscal, que impacta sobre toda la economía. Hay que tener en cuenta
que el ajuste mencionado es promedio para todos los países que componen
la OECD. En algunos casos, la corrección deberá ser mayor. Otra de las debilidades para sostener
el ritmo de crecimiento en los países desarrollados se basa en la
situación del mercado laboral. De acuerdo a la OECD (OECD, 2011),
parte del incremento en las tasas de desempleo observadas en la reciente
crisis no se revertirá al menos en los dos próximos años (ver gráfico
3). Al menos para los años 2011-2012, el desempleo promedio para la
OECD se mantendrá en 2 puntos porcentuales por encima del bienio anterior
a la crisis (2006-07). El caso de la economía española se destaca
del resto dado que se espera para los próximos dos años un desempleo
en alrededor del 20%, el doble del observado antes de la crisis. Gráfico 3: Tasa de desempleo (como % de la fuerza laboral)
Los desbalances globales,
medidos en términos de la suma del valor en dólares de los resultados
de la cuenta corriente de todos los países dividido por el PIB mundial,
a pesar del ajuste fiscal en mucho países deficitarios, se incrementarán
pero no alcanzarán el nivel previo a la crisis. El gráfico 4 muestra las proyecciones de los saldos en la
cuenta corriente par a las principales economías del mundo. Luego
de una contracción importante durante la crisis, que significó un
déficit de 2,9% del PIB (a partir de niveles superiores al 6% en 2006),
el saldo negativo se incrementaría en los Estados Unidos para alcanzar
4% del PIB en 2012 (OECD, 2011). En el mismo periodo, la zona del
Euro pasaría de un leve déficit
a un superávit de 0,8%. Por su parte, en el mundo en desarrollo, se destaca el ajuste
de China, que pasaría de superávit de 9,1% en 2008 a 4,4% en 2012,
a partir fundamentalmente de una reversión en los balances comerciales. Grafico 4: Balance
de la cuenta corriente (% del PIB)
En relación al comercio mundial, se espera un crecimiento
en volumen de 8,2% y 6,7% en 2011 y 2012, respectivamente, de acuerdo
a las estimaciones del FMI. Los países en desarrollo liderarían el
crecimiento, con expansiones de las exportaciones de 11,2% y 8,3%
y en las importaciones de 12,1% y 9,0% para dichos años. Luego de aumentar 5% en 2010, los flujos mundiales de inversión
extranjera directa (IED) aún estuvieron un 15% por debajo del nivel
anterior a la crisis de 2008, siendo también 37% inferiores al récord
de 2007, en términos de dólar. En 2011 el crecimiento de los flujos
de IED alcanzaría los niveles pre-crisis. Los países en desarrollo continúan liderando el crecimiento
de la IED, tanto como receptores como fuente de los flujos. Por primera
vez, en 2010 absorbieron más de la mitad de los flujos mundiales de
IED. En el otro extremo, los flujos de IED con origen en los países
europeos se contrajeron de tal modo que en 2010 alcanzaron la mitad
del registro observado en 2007, como consecuencia del impacto de la
crisis sobre las trasnacionales europeas. América Latina A lo largo de 2010, las economías latinoamericanas dejaron
atrás los efectos de la crisis mundial creciendo un 5,9% en promedio
y, por tanto, recuperándose totalmente de la contracción registrada
en 2009. No obstante, la expansión mencionada estuvo lejos de ser
homogénea: los países del Mercosur crecieron a tasas elevadas (Brasil
7,5%, Uruguay 8.5%, Argentina 9.2% y Paraguay 15%), mientras que en
el otro extremo en los casos de Haití y Venezuela el PÎB mostró una
contracciones de 5,1% y 1,4%, en el primer caso como consecuencia
del terremoto que afectó al país en enero de 2010, de acuerdo a datos
de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2011). Si bien la demanda externa jugó un rol importante en algunos
casos, como ser el de los países del Mercosur, la recuperación de
las economías latinoamericanas se produjo como consecuencia de una
expansión de la demanda interna, fundamentalmente del consumo privado
a partir de la recuperación de los niveles de empleo y los salarios,
además de la inversión. En cambio, el consumo público se expandió a tasas menores
a las del PIB, a partir de la reversión de la inyección de recursos
fiscales que se produjo una vez iniciada la recuperación. En los países
más pequeños de Centroamérica y Caribe, la vuelta de los flujos de
remesas fue un factor importante para que sus economías recuperen
la senda de crecimiento. La reactivación de las economías de la región tuvo un impacto
positivo sobre los niveles de ocupación, permitiendo que las tasas
de empleo volvieran al registro de 7,3% observado en 2008, el nivel
más bajo de las últimas dos décadas. Los salarios reales acompañaron el aumento en el empleo, si
bien creciendo a tasas inferiores a las observadas en 2009 como consecuencia
de los efectos del aumento en los registros de inflación. Tanto la
recuperación en los niveles de ocupación como la mejora en los salarios
reales fueron factores impulsores de la demanda interna a lo largo
de 2010. El sector externo de las economías de América Latina y el
Caribe mostró un incremento en el déficit de la Cuenta Corriente del
Balance de Pagos, que alcanzó 1,2% del PIB, en relación al 0.4% observado
en 2009. La cuenta que explica fundamentalmente la diferencia es la
balanza comercial de mercancías, que mostró una reducción del superávit
del 1,5% al 1,0% del PIB entre ambos años. A pesar del dinamismo de
las exportaciones, las importaciones mostraron tasas más altas de
crecimiento debido al impulso de la demanda interna y la apreciación
cambiaria evidenciada en buena parte de los países de la región. La recuperación de la demanda mundial de bienes producidos
en la región se produjo a partir de mediados de 2009, si bien el ritmo
por regiones ha sido desparejo. Mientras las exportaciones a los Estados
Unidos y la Unión Europea aún no recuperaron los niveles observado
antes de la crisis, las ventas a China y al resto de Asia superaron
a fin de 2010 en un 12% y 20%, respectivamente, lo valores observados
a mediados de 2008 (CEPAL, 2011) La recuperación de la economía mundial produjo un impulso
significativo sobre los precios de los productos básicos de exportación
de Latinoamérica durante 2010. De acuerdo a datos de CEPAL, con excepción
de los productos energéticos y de los aceites y semillas oleaginosas,
los precios de los productos básicos han recuperado los niveles observados
antes de la crisis mundial (ver recuadro). Si bien la región en promedio registró una mejora en los términos
de intercambio de 8,1% en 2010, el efecto de la evolución de los precios
sobre los países de la región ha sido desparejo. Los países exportadores
de minerales y metales, como Chile y Perú, y de hidrocarburos, como
Bolivia, Ecuador y Venezuela, fueron los más beneficiados. En segundo
lugar, siguen los países del Mercosur, exportadores básicamente de
productos agrícolas. Luego, México, que está concentrado principalmente
en las exportaciones de manufacturas. Finalmente, los países de la
región centroamericana, por ser importadores netos de alimentos y
productos energéticos, mostraron un deterioro en los términos de intercambio. Las perspectivas
para la región latinoamericana La CEPAL ha ajustado hacia arriba sus proyecciones de crecimiento
de la región latinoamericana para el año 2011, en relación a lo que
dicha institución manifestaba hace un año. Para el 2011, el PIB latinoamericano
promedio crecería un 4,7%, con lo cual el PIB per cápita aumentaría
3,6%. Para el año 2012 se espera una moderación en el ritmo de crecimiento,
que sería del 4,1% y de 3% en términos per cápita. Gráfico 5: Perspectivas
de crecimiento para América Latina y el Caribe Variación %
del PIB
Fuente: CEPAL (2011). Las altas tasas de crecimiento en el nivel de actividad
económica continuarán repercutiendo en la capacidad de generación
de empleo y de esa manera en la reducción en los niveles de desempleo
de la región, que la CEPAL proyecta en 6,7% en 2011, un nuevo récord
para las últimas dos décadas, y 7% en 2012. Es así como el desempleo
podría alcanzar niveles inferiores a los observados antes de la crisis
internacional, al tiempo que mejora la calidad de los empleos generados,
como se aprecia a partir del crecimiento de la participación del empleo
asalariado formal en el empleo total en buena parte de los países
latinoamericanos (CEPAL, 2011). A partir de la mejora en los precios de la canasta
exportadora latinoamericana y de una desaceleración en el ritmo de
crecimiento de las importaciones, se espera una saldo de la balanza
comercial de bienes estable, en alrededor del 1% del PIB, promedio
para la región. Las exportaciones aumentarían cerca de un 27%, del
cual alrededor de dos tercios estaría explicado por un aumento en
los precios. Por su parte, las importaciones crecerían poco menos
del 28% y tres puntos porcentuales por debajo del aumento observado
en 2010, destacándose el mayor dinamismo en las compras de combustible
y de bienes de consumo. Sin embargo, de
acuerdo a CEPAL la balanza de servicios mostraría un déficit mayor
y la balanza de transferencias una reducción en el superávit. Asimismo,
la balanza de rentas de factores mostraría un déficit creciente en
dólares aunque estable en términos del PIB. A partir de estos movimientos,
el saldo de la cuenta corriente registraría en 2011 un déficit equivalente
a 1,5% del PIB (CEPAL, 2011). Los flujos financieros a la región continuaron
siendo positivos, determinando que el saldo de la cuenta de capital
y financiera supere el déficit en cuenta corriente y, por tanto, los
bancos centrales continúen con la acumulación de reservas en 2010.
La CEPAL destaca una serie de riesgos que puede afectar la
favorable evolución económica de la región en el mediano y largo plazo.
En primer lugar, el aumento en el flujos financieros torna más vulnerable
la región a los movimientos de capitales especulativos, además de
que en algunos casos dichos recursos pueden provocar burbujas en los
activos financieros y los mercados inmobiliarios (CEPAL, 2011). En segundo lugar, la entrada de capitales está apreciando
el tipo de cambio real, afectando la demanda externa de bienes y perjudicando
a los sectores que compiten con exportaciones, con lo cual se podría
producir un deterioro más rápido del frente externo, que ya muestra
una situación deficitaria, como se comentó más arriba. Por último, es importante tener en cuenta que la combinación
de caída en el tipo de cambio real (usualmente asociado directamente
a la competitividad de la economía) y aumento en los precios de los
productos básicos pueden tener un incentivo negativo sobre la estructura
productiva y exportadora de algunos de los países de la región, aumentando
la vulnerabilidad de la economía frente a los cambios en las condiciones
internacionales y provocando por tanto una mayor volatilidad macroeconómica,
con consecuencias negativas sobre el crecimiento y la distribución
del ingreso. CEPAL (2011) recomienda “aprovechar la coyuntura favorable
para fortalecer la posición externa de la región y generar ahorros
en el sector público de modo de recuperar el espacio de políticas
que se contrajo en la crisis. Por otra parte, las medidas como los
controles o limitaciones a la entrada de capitales de corto plazo
también contribuirían a disminuir la vulnerabilidad de la economía”. El incremento del ahorro del sector público, a partir de la
institucionalización de políticas contracíclicas (que ya han mostrado
cierto éxito en algunos países de la región)
permitiría tener una política monetaria menos contractiva y
ayudaría a reducir la tensión entre las estrategias antinflacionarias
y cambiarias
[1]
. Actividades
de los miembros del departamento Elaboración del Panorama de la Economía
Internacional para el Anuario IRI 2011 Participación en el Congreso de Relaciones
Internacionales del IRI en noviembre de 2010 de Daniel Berrettoni
y Juan Pedro Brandi a través de dos presentaciones y moderación de
una de las mesas del congreso, en
noviembre de 2010. Inclusión en la página del IRI de
un anexo estadístico con datos de la economía y comercio internacional
y de la Argentina. Participación de Daniel Berrettoni
como expositor en el Coloquio de Políticas Exteriores Comparadas,
organizado conjuntamente por el IRI y la Université Laval en octubre
de 2010. Participación de Daniel Berrettoni como
expositor: “Inserción de la
economía argentina: Evolución y desafíos”, en el marco del Consejo
Federal de Estudios Internacionales. Santiago del Estero. Junio 2011.
Participación de Daniel Berrettoni
en el Proyecto acreditado por la UNLP “Nuevos Desarrollos del Derecho
Internacional: Perspectivas innovadoras de aproximación a los Objetivos
de Desarrollo del Milenio. Actividades 2011-2012 Participación
de Daniel Berrettoni como investigador categorizado en el proyecto,
a ser acreditado, “Nuevos Desarrollos del Derecho Internacional: el
Sur tras 15 años de ODM”. Participación de Juan Pedro Brandi
como investigador en formación en el proyecto acreditado por la UNLP
“Estrategias para la integración en infraestructura regional”. Exposición de Daniel Berrettoni en
la Universidad Complutense, en el marco de la Maestría en Cooperación
Internacional. Elaboración del Panorama de la Economía
Internacional para el Anuario IRI 2012 Actualización de los datos del Anexo
Estadístico de la economía internacional y argentina de la página
del IRI.
[1]
Referencias CEPAL (2011), Estudio
Económico de América Latina y el Caribe 2010-2011. IMF (2011), World Economic Outlook, April. International Monetary Fund. FMI (2011), “Perspectivas
Económicas Regionales: Las Américas”. Estudios económicos y financieros.
Fondo Monetario Internacional. OECD (2011), OECD Economic Outlook, No.89, May. UNCTAD (2011), World Investment Report 2011, United Nations, New York and
Geneva. WTO (2011), World Trade Report 2011, World Trade Organization. |
||
Precios
sostenidos de los productos básicos Alza sin precedentes Natalia Bohorquez Desde la
década de los sesenta y hasta finales de los años noventa los precios
de los productos básicos en América Latina se habían caracterizado
por tener más periodos de baja que de incrementos. Esta tendencia
se vio modificada para el periodo 2000-2009, cuando se presentó el
fenómeno inverso: aumentos netos persistentes en los precios de la
mayoría de los productos básicos, liderado por el incremento en los
productos energéticos, tanto los minerales como de los biocombustibles
(Bello, 2011).
Fuente: FMI Es importante
resaltar que para mayo de 2011 y contando un periodo de 12 meses,
el índice de precios de alimentos y bebidas en
Consecuencias
del alza El efecto
en la balanza comercial de los países en desarrollo por el incremento
en los precios de las commodities ha sido variable. Mientras en Asia
(países exportadores de combustibles) la balanza se ve afectada por
los altos precios de los alimentos; el efecto inverso ocurre para
las economías latinoamericanas. Sin embargo, la cuenta corriente en
la mayoría de las economías latinoamericanas presenta déficit (impulsado
por el incremento en la demanda privada) a diferencia de las asiáticas,
en donde además existe una mayor acumulación de reservas y menor flexibilidad
de los tipos de cambio. El volumen
de comercio de los productos básicos, aunque no fue el más afectado
por la contracción del comercio mundial, también ha disminuido, impidiendo
alcanzar un superávit representativo en la balanza comercial. Es importante
resaltar que el sector de productos básicos es altamente volátil:
si en la última década hubo más incrementos netos de precios, también
hubo caídas. Se proyecta que para finales del 2011 se recuperará la
cosecha pérdida en 2010, siempre y cuando las condiciones climatológicas
mejoren. A través
de la historia las alzas en los precios anteceden una caída más duradera
(Bello, 2011). Esta inestabilidad impide la generación de una estructura
productiva del sector más elástica que, aunque lograse ajustarse a
las variaciones en la demanda, resulta costosa cuando los precios
de los productos básicos vuelven a sus niveles normales. Otro elemento
importante es la creciente presión inflacionaria que afecta a los
países en desarrollo, y que puede explicarse
a través del incremento en los precios de los productos básicos.
El gasto en alimentos y energía para los hogares de economías emergentes
o en vía de desarrollo es del 34% de su ingreso, proporción relevante
en comparación con las economías desarrolladas. Los gobiernos deben
enfocarse en políticas que permitan amortiguar el incremento de los
precios de los productos básicos en la población más vulnerable para
garantizar el acceso a dichos productos. Bello,
Cantú y Heresi. Variabilidad y persistencia de los precios de los
productos básicos en América Latina, Revista Cepal 103, Abril 2011.
[1]
China incrementó su nivel de importaciones un punto
porcentual pasando de tener el 6,9% en
[2]
El FMI resalta las sequias de Kazajastan, Yusia y
Ucrania, los veranos en EEUU y el fenómeno de la niña en el Pacífico
como algunos de los cambios climáticos que desencadenaron |