Departamento de Relaciones Económicas Internacionales

 

Coordinador:

Daniel Berrettoni

 

Miembros:

Celina De la Concepción

Juan Pedro Brandi

Natalia Bohorquez

 

Presentación

 

Panorama Económico Internacional

La recuperación de la economía mundial de su mayor recesión en décadas alcanza progresivamente a una cantidad más grande de países, si bien es evidente que el crecimiento no es homogéneo. En 2010 el Producto mundial se expandió 4,9%, por encima del promedio observado en el período 1998-2007, esto es, los diez años que precedieron a la crisis.

Sin embargo, en el mundo desarrollado el PIB todavía no recuperó los niveles pre-crisis, estando por debajo del PIB potencial. El impacto de la crisis en los países industrializados también se hizo sentir sobre el mercado de trabajo. Es así como las tasas de desempleo en los países de la OECD alcanzaron un nivel promedio de 8,3% en 2010, levemente más alto que en 2009 y casi 2 puntos porcentuales por arriba del promedio de 1998-2007.

La economía estadounidense creció 2,9% en 2010, recuperándose de la caída observada en 2009. En cambio, el PIB de la Eurozona creció en promedio 1,8% en 2010, lejos por tanto de recuperar la contracción de 4,1% registrada el año anterior (la excepción más importante fue Alemania, cuyo PIB creció al doble del resto de la zona del Euro). En esta región, la preocupación en torno a la posibilidad de default soberano en Grecia, Irlanda, Portugal y España produjo inestabilidad financiera e indujo a mayor austeridad fiscal en la segunda mitad de 2010. Tanto la economía griega, como la irlandesa y la española, sufrieron una contracción en dicho año.

De la misma manera, la economía japonesa creció 4%, por lo cual tampoco recuperó el terreno perdido en 2009, dado que en dicho año la contracción había sido de 6,3% (ver gráfico 1).

El mundo en desarrollo, que evitaron la recesión en 2009, retomaron las altas tasas de crecimiento en 2010, con una expansión de 7%, casi tres veces la tasa observada en los países desarrollados. Al igual que en los años anteriores, China e India fueron las economías más dinámicas, dado que sus PIB se expandieron 10,3% y 10,4%, respectivamente.

Gráfico 1: Evolución del PIB (en %)

Fuente: FMI (2011)

Los desbalances mundiales continúan, aunque a menores niveles a los observados antes de la crisis, manifestándose en una acelerada acumulación de reservas en el mundo en desarrollo, en especial en Asia. La falta de un reequilibrio en la demanda agregada, especialmente entre grandes economías desarrolladas con déficit (como los Estados Unidos) y economías en desarrollo con superávit es una de las principales preocupaciones en torno a la sostenibilidad de la recuperación de la economía mundial en los próximos años (FMI, 2011).

El principal desafío en los países desarrollados continúa siendo la consolidación de sus economías logrando, al mismo tiempo, mejorar la situación patrimonial del sector público, hogares y sector financiero.

Con la excepción de Estados Unidos y Japón, las economías desarrolladas están ajustando sus finanzas públicas en 2011. En la zona del euro se esperan caídas en los déficits de 1,5 puntos porcentuales en 2011 y 2,5 puntos porcentuales en los próximos cinco años (FMI, 2011).

En contraposición a lo ocurrido en Europa, a  fines de 2010 el gobierno de los Estados Unidos aprobó un programa de estímulo de 1% del PIB para 2011-12 y en Japón se pospuso el ajuste fiscal luego del terremoto.

Comercio mundial

De acuerdo a la Organización Mundial de Comercio (WTO, 2011), las exportaciones mundiales registraron en 2010 la más grande tasa de crecimiento, con un expansión de 14,5% en términos de cantidades. Esta tasa permite recuperar el récord alcanzado en 2008, pero no es suficiente para retornar al sendero de crecimiento observado antes de la crisis.

El comercio ha sido más dinámico en el mundo en desarrollo. Mientras las exportaciones, en términos de cantidades, crecieron en estos países un 17%, en el mundo desarrollado el ritmo de expansión fue de 13%. La diferencia fue aún mayor cuando se consideran las cantidades importadas, dado que en el primer caso el aumento fue del 11% frente a un 18% en los países en desarrollo.

Por su parte, el comercio mundial de servicios se expandió un 8% en 2010 que, si bien es menor a lo observado para el caso de los bienes, hay que tener en cuenta que también había mostrado una contracción menor en 2009. En el período 2005-2010, el crecimiento tanto del comercio de bienes como de servicios, medidos ambos en millones de dólares ha sido del 8% promedio anual.


Cuadro 1: Comercio mundial de bienes y servicios

Como resultado del incremento en los precios de las commodities y la depreciación del dólar (que alcanzó en 2010 un 3,5% promedio frente a las monedas más importantes), el aumento del comercio mundial en dólares durante 2010 fue mayor al incremento en términos de cantidades. De esta manera, en términos nominales, las exportaciones mundiales de mercancías crecieron 22%, pasando de 12,5 en 2009 a 15,2 billones de dólares en 2010, mientras que en este último año las exportaciones de servicios comerciales alcanzaron U$S 3,7 billones (cuadro 1).

El gráfico 2 muestra la evolución del comercio para distintas regiones del mundo en 2010 en relación al año anterior. Entre los países desarrollados, Japón fue el que mostró el mayor dinamismo, más que nada del lado de las exportaciones. En el otro extremo, la UE mostró tasas de crecimiento que fueron prácticamente la mitad del promedio mundial tanto del lado de las exportaciones como importaciones.

En el mundo en desarrollo se destaca el crecimiento de las exportaciones de China y de Oriente Medio, en este último caso de la mano de la recuperación de los precios del petróleo. Por otra parte, las importaciones de China y América Central y del Sur mostraron un dinamismo muy superior al del promedio mundial, más que nada en el primer caso, donde crecieron un 39%.

Gráfico 2: Evolución del comercio por regiones 2010

Variación en relación a 2009 (en %)

Fuente: WTO (2011).

Si bien en general los déficits comerciales de los países desarrollados aumentaron en 2010, las brechas son inferiores a las observadas con anterioridad a la crisis. Por su parte, el superávit comercial chino en 2010 fue un 39% inferior al registrado en 2008, pasando a una situación deficitaria a comienzos de 2011.

Perspectivas para la economía mundial

De acuerdo a las proyecciones de la OECD, la economía mundial crecería un 4,2% y un 4,6% en 2011 y 2012, respectivamente, que si bien está por debajo del valor registrado en 2010, supera la tasa promedio observada en la década previa a la crisis mundial, de 3,8%.

 

Por otro lado, se espera que la recuperación en los países desarrollados se fortalezca en los próximos meses, si bien hay una preocupación por las consecuencias de largo plazo que ha dejado la crisis, en especial por el surgimiento de desequilibrios fiscales, difícilmente sostenibles, así como también por el efecto negativo sobre las perspectivas de crecimiento de largo plazo que ha dejado la crisis mundial (OECD, 2011). La OMC  coincide con esta visión, afirmando que es probable que el impacto negativo de la crisis financiera y de la recesión global persistan por algún tiempo (OMC, 2011).

Las proyecciones de la OECD indican un crecimiento promedio para el mundo desarrollado de 2,3% y 2,8% en 2011 y 2012, respectivamente, inferior a la tasa observada en 2010. En ambos años, la economía de los Estados Unidos crecerá por encima de la tasa promedio para el mundo desarrollado, alcanzando su PIB expansiones de 2,6% y 3,1%.

La economía japonesa, por el contrario, sufriría una contracción de 0,6% en 2011, principalmente como consecuencia del impacto del terremoto. La recuperación sería lenta dado que, con un crecimiento de 2% en 2012, aún no alcanzaría el nivel de actividad observado en 2010.

Cuadro 2: Proyecciones macroeconómicas para países de la OECD (%)

El PIB de los países en desarrollo, por su parte, crecería en promedio a tasas de 6,6% y 6,4% en 2011 y 2012, respectivamente, más del doble de lo que crecerían los países de la OECD. La expansión del nivel de actividad económica del mundo en desarrollo continuaría siendo liderado por la región asiática, dentro de la cual China crecería en dichos años 9,6% y 9,5% y la India 8,2% y 7,8%.

Uno de los desafíos más grandes en los países desarrollados consistirá en volver a los niveles de Deuda Pública/PIB previos a la crisis mundial. Para alcanzar dicho objetivo, en el ámbito de los países de la OECD, la mejora en el resultado fiscal primario (esto es, antes del pago de los intereses de la deuda pública), en relación al nivel observado en 2010, debería ser de 13 puntos porcentuales del PIB para lograr el objetivo en el año 2026 (OECD, 2011). Esto implica un gran esfuerzo desde el punto de vista fiscal, que impacta sobre toda la economía. Hay que tener en cuenta que el ajuste mencionado es promedio para todos los países que componen la OECD. En algunos casos, la corrección deberá ser mayor. 

Otra de las debilidades para sostener el ritmo de crecimiento en los países desarrollados se basa en la situación del mercado laboral. De acuerdo a la OECD (OECD, 2011), parte del incremento en las tasas de desempleo observadas en la reciente crisis no se revertirá al menos en los dos próximos años (ver gráfico 3). Al menos para los años 2011-2012, el desempleo promedio para la OECD se mantendrá en 2 puntos porcentuales por encima del bienio anterior a la crisis (2006-07). El caso de la economía española se destaca del resto dado que se espera para los próximos dos años un desempleo en alrededor del 20%, el doble del observado antes de la crisis.

Gráfico 3: Tasa de desempleo (como % de la fuerza laboral)

 

Los desbalances globales, medidos en términos de la suma del valor en dólares de los resultados de la cuenta corriente de todos los países dividido por el PIB mundial, a pesar del ajuste fiscal en mucho países deficitarios, se incrementarán pero no alcanzarán el nivel previo a la crisis.

El gráfico 4 muestra las proyecciones de los saldos en la cuenta corriente par a las principales economías del mundo. Luego de una contracción importante durante la crisis, que significó un déficit de 2,9% del PIB (a partir de niveles superiores al 6% en 2006), el saldo negativo se incrementaría en los Estados Unidos para alcanzar 4% del PIB en 2012 (OECD, 2011). En el mismo periodo, la zona del Euro  pasaría de un leve déficit a un superávit de 0,8%.

Por su parte, en el mundo en desarrollo, se destaca el ajuste de China, que pasaría de superávit de 9,1% en 2008 a 4,4% en 2012, a partir fundamentalmente de una reversión en los balances comerciales.

Grafico 4: Balance de la cuenta corriente (% del PIB)

 

En relación al comercio mundial, se espera un crecimiento en volumen de 8,2% y 6,7% en 2011 y 2012, respectivamente, de acuerdo a las estimaciones del FMI. Los países en desarrollo liderarían el crecimiento, con expansiones de las exportaciones de 11,2% y 8,3% y en las importaciones de 12,1% y 9,0% para dichos años.

Luego de aumentar 5% en 2010, los flujos mundiales de inversión extranjera directa (IED) aún estuvieron un 15% por debajo del nivel anterior a la crisis de 2008, siendo también 37% inferiores al récord de 2007, en términos de dólar. En 2011 el crecimiento de los flujos de IED alcanzaría los niveles pre-crisis.

Los países en desarrollo continúan liderando el crecimiento de la IED, tanto como receptores como fuente de los flujos. Por primera vez, en 2010 absorbieron más de la mitad de los flujos mundiales de IED.

En el otro extremo, los flujos de IED con origen en los países europeos se contrajeron de tal modo que en 2010 alcanzaron la mitad del registro observado en 2007, como consecuencia del impacto de la crisis sobre las trasnacionales europeas.

América Latina

A lo largo de 2010, las economías latinoamericanas dejaron atrás los efectos de la crisis mundial creciendo un 5,9% en promedio y, por tanto, recuperándose totalmente de la contracción registrada en 2009. No obstante, la expansión mencionada estuvo lejos de ser homogénea: los países del Mercosur crecieron a tasas elevadas (Brasil 7,5%, Uruguay 8.5%, Argentina 9.2% y Paraguay 15%), mientras que en el otro extremo en los casos de Haití y Venezuela el PÎB mostró una contracciones de 5,1% y 1,4%, en el primer caso como consecuencia del terremoto que afectó al país en enero de 2010, de acuerdo a datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2011).

Si bien la demanda externa jugó un rol importante en algunos casos, como ser el de los países del Mercosur, la recuperación de las economías latinoamericanas se produjo como consecuencia de una expansión de la demanda interna, fundamentalmente del consumo privado a partir de la recuperación de los niveles de empleo y los salarios, además de la inversión.

En cambio, el consumo público se expandió a tasas menores a las del PIB, a partir de la reversión de la inyección de recursos fiscales que se produjo una vez iniciada la recuperación. En los países más pequeños de Centroamérica y Caribe, la vuelta de los flujos de remesas fue un factor importante para que sus economías recuperen la senda de crecimiento.

La reactivación de las economías de la región tuvo un impacto positivo sobre los niveles de ocupación, permitiendo que las tasas de empleo volvieran al registro de 7,3% observado en 2008, el nivel más bajo de las últimas dos décadas.

Los salarios reales acompañaron el aumento en el empleo, si bien creciendo a tasas inferiores a las observadas en 2009 como consecuencia de los efectos del aumento en los registros de inflación. Tanto la recuperación en los niveles de ocupación como la mejora en los salarios reales fueron factores impulsores de la demanda interna a lo largo de 2010.

El sector externo de las economías de América Latina y el Caribe mostró un incremento en el déficit de la Cuenta Corriente del Balance de Pagos, que alcanzó 1,2% del PIB, en relación al 0.4% observado en 2009. La cuenta que explica fundamentalmente la diferencia es la balanza comercial de mercancías, que mostró una reducción del superávit del 1,5% al 1,0% del PIB entre ambos años. A pesar del dinamismo de las exportaciones, las importaciones mostraron tasas más altas de crecimiento debido al impulso de la demanda interna y la apreciación cambiaria evidenciada en buena parte de los países de la región.

La recuperación de la demanda mundial de bienes producidos en la región se produjo a partir de mediados de 2009, si bien el ritmo por regiones ha sido desparejo. Mientras las exportaciones a los Estados Unidos y la Unión Europea aún no recuperaron los niveles observado antes de la crisis, las ventas a China y al resto de Asia superaron a fin de 2010 en un 12% y 20%, respectivamente, lo valores observados a mediados de 2008 (CEPAL, 2011)

La recuperación de la economía mundial produjo un impulso significativo sobre los precios de los productos básicos de exportación de Latinoamérica durante 2010. De acuerdo a datos de CEPAL, con excepción de los productos energéticos y de los aceites y semillas oleaginosas, los precios de los productos básicos han recuperado los niveles observados antes de la crisis mundial (ver recuadro).

Si bien la región en promedio registró una mejora en los términos de intercambio de 8,1% en 2010, el efecto de la evolución de los precios sobre los países de la región ha sido desparejo. Los países exportadores de minerales y metales, como Chile y Perú, y de hidrocarburos, como Bolivia, Ecuador y Venezuela, fueron los más beneficiados. En segundo lugar, siguen los países del Mercosur, exportadores básicamente de productos agrícolas. Luego, México, que está concentrado principalmente en las exportaciones de manufacturas. Finalmente, los países de la región centroamericana, por ser importadores netos de alimentos y productos energéticos, mostraron un deterioro en los términos de intercambio.


VER ARCHIVO

Las perspectivas para la región latinoamericana

La CEPAL ha ajustado hacia arriba sus proyecciones de crecimiento de la región latinoamericana para el año 2011, en relación a lo que dicha institución manifestaba hace un año. Para el 2011, el PIB latinoamericano promedio crecería un 4,7%, con lo cual el PIB per cápita aumentaría 3,6%. Para el año 2012 se espera una moderación en el ritmo de crecimiento, que sería del 4,1% y de 3% en términos per cápita.

Gráfico 5: Perspectivas de crecimiento para América Latina y el Caribe

Variación % del PIB

Fuente: CEPAL (2011).

Las altas tasas de crecimiento en el nivel de actividad económica continuarán repercutiendo en la capacidad de generación de empleo y de esa manera en la reducción en los niveles de desempleo de la región, que la CEPAL proyecta en 6,7% en 2011, un nuevo récord para las últimas dos décadas, y 7% en 2012. Es así como el desempleo podría alcanzar niveles inferiores a los observados antes de la crisis internacional, al tiempo que mejora la calidad de los empleos generados, como se aprecia a partir del crecimiento de la participación del empleo asalariado formal en el empleo total en buena parte de los países latinoamericanos (CEPAL, 2011).

A partir de la mejora en los precios de la canasta exportadora latinoamericana y de una desaceleración en el ritmo de crecimiento de las importaciones, se espera una saldo de la balanza comercial de bienes estable, en alrededor del 1% del PIB, promedio para la región. Las exportaciones aumentarían cerca de un 27%, del cual alrededor de dos tercios estaría explicado por un aumento en los precios. Por su parte, las importaciones crecerían poco menos del 28% y tres puntos porcentuales por debajo del aumento observado en 2010, destacándose el mayor dinamismo en las compras de combustible y de bienes de consumo.

Sin embargo,  de acuerdo a CEPAL la balanza de servicios mostraría un déficit mayor y la balanza de transferencias una reducción en el superávit. Asimismo, la balanza de rentas de factores mostraría un déficit creciente en dólares aunque estable en términos del PIB. A partir de estos movimientos, el saldo de la cuenta corriente registraría en 2011 un déficit equivalente a 1,5% del PIB (CEPAL, 2011).

Los flujos financieros a la región continuaron siendo positivos, determinando que el saldo de la cuenta de capital y financiera supere el déficit en cuenta corriente y, por tanto, los bancos centrales continúen con la acumulación de reservas en 2010.

La CEPAL destaca una serie de riesgos que puede afectar la favorable evolución económica de la región en el mediano y largo plazo. En primer lugar, el aumento en el flujos financieros torna más vulnerable la región a los movimientos de capitales especulativos, además de que en algunos casos dichos recursos pueden provocar burbujas en los activos financieros y los mercados inmobiliarios (CEPAL, 2011).

En segundo lugar, la entrada de capitales está apreciando el tipo de cambio real, afectando la demanda externa de bienes y perjudicando a los sectores que compiten con exportaciones, con lo cual se podría producir un deterioro más rápido del frente externo, que ya muestra una situación deficitaria, como se comentó más arriba.

Por último, es importante tener en cuenta que la combinación de caída en el tipo de cambio real (usualmente asociado directamente a la competitividad de la economía) y aumento en los precios de los productos básicos pueden tener un incentivo negativo sobre la estructura productiva y exportadora de algunos de los países de la región, aumentando la vulnerabilidad de la economía frente a los cambios en las condiciones internacionales y provocando por tanto una mayor volatilidad macroeconómica, con consecuencias negativas sobre el crecimiento y la distribución del ingreso.

CEPAL (2011) recomienda “aprovechar la coyuntura favorable para fortalecer la posición externa de la región y generar ahorros en el sector público de modo de recuperar el espacio de políticas que se contrajo en la crisis. Por otra parte, las medidas como los controles o limitaciones a la entrada de capitales de corto plazo también contribuirían a disminuir la vulnerabilidad de la economía”.

El incremento del ahorro del sector público, a partir de la institucionalización de políticas contracíclicas (que ya han mostrado cierto éxito en algunos países de la región)  permitiría tener una política monetaria menos contractiva y ayudaría a reducir la tensión entre las estrategias antinflacionarias y cambiarias [1] .

 

Actividades de los miembros del departamento

 

Elaboración del Panorama de la Economía Internacional para el Anuario IRI 2011

Participación en el Congreso de Relaciones Internacionales del IRI en noviembre de 2010 de Daniel Berrettoni y Juan Pedro Brandi a través de dos presentaciones y moderación de una de las mesas del congreso,  en noviembre de 2010.

Inclusión en la página del IRI de un anexo estadístico con datos de la economía y comercio internacional y de la Argentina.

Participación de Daniel Berrettoni como expositor en el Coloquio de Políticas Exteriores Comparadas, organizado conjuntamente por el IRI y la Université Laval en octubre de 2010.

Participación de Daniel Berrettoni como expositor: “Inserción de la economía argentina: Evolución y desafíos”, en el marco del Consejo Federal de Estudios Internacionales. Santiago del Estero. Junio 2011.

Participación de Daniel Berrettoni en el Proyecto acreditado por la UNLP “Nuevos Desarrollos del Derecho Internacional: Perspectivas innovadoras de aproximación a los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

 

Actividades 2011-2012

Participación de Daniel Berrettoni como investigador categorizado en el proyecto, a ser acreditado, “Nuevos Desarrollos del Derecho Internacional: el Sur tras 15 años de ODM”.

Participación de Juan Pedro Brandi como investigador en formación en el proyecto acreditado por la UNLP “Estrategias para la integración en infraestructura regional”.

Exposición de Daniel Berrettoni en la Universidad Complutense, en el marco de la Maestría en Cooperación Internacional.

Elaboración del Panorama de la Economía Internacional para el Anuario IRI 2012

Actualización de los datos del Anexo Estadístico de la economía internacional y argentina de la página del IRI.

 



[1] Referencias

CEPAL (2011), Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2010-2011.

IMF (2011), World Economic Outlook, April. International Monetary Fund.

FMI (2011), “Perspectivas Económicas Regionales: Las Américas”. Estudios económicos y financieros. Fondo Monetario Internacional.

OECD (2011), OECD Economic Outlook, No.89, May.

UNCTAD (2011), World Investment Report 2011, United Nations, New York and Geneva.

WTO (2011), World Trade Report 2011, World Trade Organization.

 

Precios sostenidos de los productos básicos

 

Alza sin precedentes

 

Natalia Bohorquez

 

 

Desde la década de los sesenta y hasta finales de los años noventa los precios de los productos básicos en América Latina se habían caracterizado por tener más periodos de baja que de incrementos. Esta tendencia se vio modificada para el periodo 2000-2009, cuando se presentó el fenómeno inverso: aumentos netos persistentes en los precios de la mayoría de los productos básicos, liderado por el incremento en los productos energéticos, tanto los minerales como de los biocombustibles  (Bello,  2011).

 

Fuente: FMI

 
El alza de los precios es atribuido a cuatro factores: 1) el rápido crecimiento de economías emergentes, principalmente países asiáticos encabezados por China [1] , que incrementaron fuertemente la demanda; 2)  Incremento en el interés por los activos financieros de commodities, aportando la especulación como factor de determinación de precios; 3) los cambios climáticos que redujeron las superficies cultivables, generando una disminución de la producción agrícola del 2,7% entre el 2010 y el 2011 [2] ; 4) el conflicto social en Oriente Medio, que incrementa expectativas de escasez energética.

 

Es importante resaltar que para mayo de 2011 y contando un periodo de 12 meses, el índice de precios de alimentos y bebidas en la región Latinoamericana presentó un incremento de 9,5%, situándose por arriba del nivel para el mismo periodo en 2010 (6,7%) y por debajo del nivel alcanzado en el año 2008, cuando el incremento en el índice de precios de alimentos se ubicó en 17,4%. Los precios de los productos energéticos, encabezados por el petróleo y el cobre, presentan la misma tendencia en lo corrido del año: incremento con respecto al año anterior, pero en menor medida que el incremento alcanzado para el año 2008.

 

 

 

Consecuencias del alza

 

El efecto en la balanza comercial de los países en desarrollo por el incremento en los precios de las commodities ha sido variable. Mientras en Asia (países exportadores de combustibles) la balanza se ve afectada por los altos precios de los alimentos; el efecto inverso ocurre para las economías latinoamericanas. Sin embargo, la cuenta corriente en la mayoría de las economías latinoamericanas presenta déficit (impulsado por el incremento en la demanda privada) a diferencia de las asiáticas, en donde además existe una mayor acumulación de reservas y menor flexibilidad de los tipos de cambio.

 

El volumen de comercio de los productos básicos, aunque no fue el más afectado por la contracción del comercio mundial, también ha disminuido, impidiendo alcanzar un superávit representativo en la balanza comercial. Es importante resaltar que el sector de productos básicos es altamente volátil: si en la última década hubo más incrementos netos de precios, también hubo caídas. Se proyecta que para finales del 2011 se recuperará la cosecha pérdida en 2010, siempre y cuando las condiciones climatológicas mejoren.

 

A través de la historia las alzas en los precios anteceden una caída más duradera (Bello, 2011). Esta inestabilidad impide la generación de una estructura productiva del sector más elástica que, aunque lograse ajustarse a las variaciones en la demanda, resulta costosa cuando los precios de los productos básicos vuelven a sus niveles normales.

 

Otro elemento importante es la creciente presión inflacionaria que afecta a los países en desarrollo, y que puede explicarse  a través del incremento en los precios de los productos básicos. El gasto en alimentos y energía para los hogares de economías emergentes o en vía de desarrollo es del 34% de su ingreso, proporción relevante en comparación con las economías desarrolladas. Los gobiernos deben enfocarse en políticas que permitan amortiguar el incremento de los precios de los productos básicos en la población más vulnerable para garantizar el acceso a dichos productos.

 

 

Bello, Cantú y Heresi. Variabilidad y persistencia de los precios de los productos básicos en América Latina, Revista Cepal 103, Abril 2011.

 

 



[1] China incrementó su nivel de importaciones un punto porcentual pasando de tener el 6,9% en 2008 a 7,9% en 2009 convirtiéndose en el segundo país importador. India y Rusia incrementaron significativamente la demanda de alimentos en 2009 (43% y 11% respectivamente)

[2] El FMI resalta las sequias de Kazajastan, Yusia y Ucrania, los veranos en EEUU y el fenómeno de la niña en el Pacífico como algunos de los cambios climáticos que desencadenaron el alza de precios, ya que dichas economías son productoras de trigo, maíz, arroz, azúcar y hortalizas.